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Una estatua del emperador Vespasiano, que gravó notoriamente el comercio de orina de Roma, supervisa el complejo de las termas romanas de Bath (Inglaterra).

Carnac es famoso por albergar más de 10 000 piedras erguidas neolíticas de entre 2100 y 1500 a.C., también conocidas como menhires. Las piedras fueron talladas en la roca local y erigidas por los pueblos preceltas de Bretaña. Nadie sabe a ciencia cierta por qué; una teoría es que las sucesivas generaciones visitaron el lugar para erigir una piedra en honor de sus antepasados.

El virus de la fiebre amarilla, presente en algunas zonas de África y Sudamérica, provoca dolores de cabeza, náuseas e ictericia.

El virus del dengue, transmitido por mosquitos, causa la fiebre del dengue.

El virus de la gripe puede ser bonito bajo el microscopio, pero se propaga como un reguero de pólvora de persona a persona en las gotitas de la tos y los estornudos.

Los virus bacteriófagos infectan a las bacterias y se replican en su interior.

Un equipo polaco liderado por el veterano "Guerrero del Hielo" Krzysztof Wielicki, realizó la primera ascensión invernal al Broad Peak el 5 de marzo de 2013. Cuatro escaladores hicieron cumbre: Maciej Berbeka, Adam Bielecki, Artur Małek y Tomasz Kowalski. Esta fue la tercera ascensión invernal de Berbeka a un ochomil, y la segunda de Bielecki. La expedición terminó en tragedia y polémica cuando Berbeka y Kowalski murieron en el descenso.

El alpinista polaco Artur Hajzer, uno de los "Guerreros del Hielo" que quedaban de los años 80, inició un proyecto llamado Polish Winter Himalaya Climbing 2010-2015, y dirigió un equipo de escaladores polacos para realizar la primera ascensión invernal al Gasherbrum I. Los escaladores de la cumbre fueron Adam Bielecki y Janusz Gołab.

Simone Moro demostró que no era un "caso aislado" al realizar su segunda primera ascensión a un ochomil en invierno. Formó equipo con el alpinista kazajo Denis Urubko para realizar la primera ascensión invernal al Makalu el 9 de febrero de 2009. Para entonces, era más habitual que los escaladores invernales no sólo evitaran el uso de oxígeno suplementario, sino que escalaran al estilo alpino, sin apoyo de sherpas, cuerdas fijas ni campamentos preparados.

El Lhotse fue el primer intento invernal de Andrzej Zawada de escalar un ochomil en 1974. Aunque la expedición fracasó, dos alpinistas lograron superar la barrera de los 8000 metros. Tuvieron que pasar 14 años más para que la montaña fuera finalmente escalada en invierno: por Krzysztof Wielicki en un sprint en solitario el 31 de diciembre de 1988. Cabe destacar que escalaba con un "corsé", ya que había sufrido una fractura de espalda poco antes de la expedición. Este era el tercer ochomil invernal de Wielicki, y el segundo sin oxígeno suplementario.