Revista Nat Geo
Registrarse
Programación TV
Disney+
National Geographic
National Geographic
National Geographic
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Ciencia
Animales
Historia
Medio Ambiente
Viajes
Página del fotógrafo
Bethany Mollenkof
La fotógrafa Bethany Mollenkof descubrió que estaba embarazada tres meses antes de que el COVID-19 cerrara las fronteras de Estados Unidos. Comenzó a documentar sus propias experiencias durante la cuarentena en Los Ángeles, desde su primera ecografía, que su marido tuvo que ver desde el aparcamiento por videoconferencia, hasta el parto. Aunque Mollenkof esperaba tener un parto natural, decidió dar a luz en un hospital por si surgían complicaciones, lo que resultó ser la decisión correcta. Después de romper aguas, las contracciones no empezaron, y finalmente se indujo el parto para mantener al bebé a salvo. "Pensé en mis amigos, en mi comunidad, y en lo que supondría ser padres primerizos aislados, en no tener gente a nuestro alrededor que nos ayudara, gente que años más tarde pudiera contar a nuestra hija que la había tenido en brazos cuando tenía pocos días", escribió Mollenkof en un ensayo fotográfico para National Geographic. "Pero también pensé en las mujeres a lo largo de la historia, mujeres que han sobrevivido a guerras, pandemias, abortos. Su resiliencia me guió".
En el campus de la Universidad Estatal de Oklahoma, un mural que conmemora la masacre racial de Tulsa se erige como recordatorio visible de una historia que fue sofocada y contestada durante gran parte del siglo pasado.
Unos niños de Tulsa levantan sus puños durante una marcha para conmemorar el centenario de la Masacre Racial de Tulsa. Durante los dos días que duró la matanza, el 31 de mayo y 1 de junio 1921, los alborotadores blancos mataron a 300 residentes negros y destruyeron una próspera comunidad comercial conocida como Black Wall Street.
Bethany Mollenkof, que estaba embarazada cuando Estados Unidos declaró el confinamiento, sintió que traer un niño al mundo durante ese momento fue poderoso. «Hacer crecer una vida en tiempos de muerte tan oscuros me pareció poderoso y quise documentarlo para mi hija», dijo Mollenkof.
El reverendo Robert Turner reza frente a la excavación del Cementerio de Oaklawn, en Oklahoma, donde los científicos que buscaban a las víctimas de la masacre racial de Tulsa de 1921 encontraron una fosa común. Los cuerpos aún no han sido identificados. (De: Desentierran varios ataúdes durante la búsqueda de las víctimas de la masacre racial de Tulsa)
Bill White, exdirector de desarrollo del centro Cultural de Greenwood y la Cámara de Comercio Regional de Tulsa, observa cómo trabajan en la excavación de prueba y en la toma de muestras en el Cementerio de Oaklawn para hallar los restos de las víctimas negras de la masacre racial de Tulsa de 1921. White creó la Greenwood Experience, una exposición que muestra la historia y el distrito comercial de Greenwood como parte de Tulsa.
El reverendo Robert Turner, de la Vernom A.M.E. Church, reza en el Cementerio de Oaklawn tras enterarse de que los científicos habían descubierto una fosa común durante la excavación en busca de las víctimas de la masacre racial de Tulsa de 1921.
El equipo de excavación busca restos humanos de la masacre racial de Tulsa en el Cementerio de Oaklawn en Tulsa, Oklahoma. Esta es la segunda excavación dirigida por el ayuntamiento este año e intenta determinar dónde fueron enterradas las más de 300 víctimas de una de las masacres raciales más sangrientas del país.
La semana pasada se descubrió una fosa común en el Cementerio de Oaklawn en Tulsa, Oklahoma, durante los cuatro días de búsqueda de las víctimas de la masacre racial de Tulsa de 1921. Se encontraron diez ataúdes en la fosa, pero habrá que analizarlos para determinar si las personas enterradas son las víctimas de uno de los peores incidentes de terrorismo racial en la historia de los Estados Unidos.