Por qué la primera llamada de auxilio del Titanic no fue una señal de SOS

La tecnología inalámbrica que salvó a cientos de personas del naufragio estaba en pañales y durante el hundimiento se usaron dos señales de socorro diferentes.

Por Erin Blakemore
Publicado 29 may 2020, 14:00 CEST, Actualizado 21 jun 2023, 17:17 CEST
RMS Titanic

 

El RMS Titanic contaba con tecnología inalámbrica que permitía a los pasajeros enviar mensajes desde alta mar.

Fotografía de Roger Viollet, Getty

Cuando el RMS Titanic zarpó en 1912, llevaba la bendición y la maldición de la tecnología de comunicaciones más puntera de la época: el telégrafo inalámbrico. En las horas posteriores a que el Titanic chocara con un iceberg, los mensajes de radio enviados desde el trasatlántico que naufragaba consiguieron que viniera un barco de rescate que salvó cientos de vidas, pero también sembraron confusión por las diferentes llamadas de socorro y las interferencias en la señal. Aquella noche fatídica murieron más de 1500 personas.

Ahora, un reciente fallo judicial podría allanar el camino hacia la recuperación del telégrafo del Titanic, diseñado por Guillermo Marconi, un pionero de las telecomunicaciones y ganador del Nobel de Física en 1909 que inventó el primer dispositivo para facilitar las comunicaciones inalámbricas empleando ondas de radio.

El telégrafo Marconi, desarrollado a finales del siglo XIX, usaba ondas de radio largas que no recorrían distancias muy amplias y eran susceptibles a las interferencias. En torno a la misma época, otros inventores estaban desarrollando formas más eficaces para retransmitir voces y transmitir emisiones continuas sin cables en longitudes de onda más cortas. Sin embargo, Marconi ostentaba un monopolio comercial de su telégrafo inalámbrico y acaparaba el lujoso mercado de las comunicaciones no esenciales en alta mar que incluía al Titanic.

Pese a las limitaciones del telégrafo de Marconi —y el hecho de que no estaba previsto que lo utilizaran como dispositivo de emergencia—, el Titanic contaba con una sala de radio y un telégrafo Marconi. Dos jóvenes operadores de telégrafos contratados por Marconi, el telegrafista jefe Jack Phillips y su ayudante Harold Bride, enviaron «marconigramas» en código morse en nombre de los clientes más adinerados del Titanic las 24 horas del día durante su viaje inaugural en abril de 1912.

Tanto el monopolio tecnológico de Marconi como el torrente de mensajes personales retransmitidos por el telégrafo del Titanic fueron letales aquella noche de abril. Phillips estaba tan desbordado por la cola de mensajes entrantes y salientes —uno de los pasajeros quería «notificar a todos los interesados» que habría una partida de póker en Los Ángeles— que no transmitió los mensajes sobre el peligro del hielo en las aguas que rodeaban el Titanic. Cuando un buque cercano, el SS Californian, telegrafió que ya estaba rodeado de hielo, Phillips respondió malhumoradamente: «¡Cállense! Estoy ocupado».

Cuando el Titanic chocó con el iceberg, el tono de Phillips cambió y usó la señal de socorro de Marconi: «CQD».

Un componente del telégrafo Marconi a bordo del RMS Carpathia, que rescató a los supervivientes del Titanic.

Fotografía de George Rinhart, Corbis, Getty

Las embarcaciones habían pedido ayuda mediante las comunicaciones inalámbricas desde 1899, pero los operadores inalámbricos internacionales no habían creado aún una llamada de socorro estándar. En 1904, los operadores de Marconi adoparon una señal general que solían usar los telegrafistas británicos: CQD («seek you») con una D que quería decir distress o danger («socorro» o «peligro»); se traduciría por «vengan rápido, problemas».

Pero para 1912, cuando zarpó el Titanic, había aparecido otra señal de socorro diferente: «SOS». Se cree erróneamente que la señal de socorro quiere decir «Save Our Ship» o «Save Our Souls», pero en realidad la sigla no quiere decir nada; es una adaptación de una llamada de radio alemana. Era fácil transmitir los tres puntos, tres rayas y tres puntos de la señal en código morse durante una emergencia y comprenderlos incluso en malas condiciones.

Un grupo internacional en el que figuraba el Reino Unido había ratificado el SOS como señal de socorro oficial internacional cuatro años antes, en 1908, pero los operadores británicos y los de telégrafos Marconi se tomaron su tiempo para adoptar la nueva señal (en un principio, Estados Unidos, que se resistió a la regulación de radio internacional, no firmó el acuerdo sobre el SOS).

En abril de 1912, los rescatadores del Carpathia ayudan a desembarcar a Harold Bride, el operador de la radio del Titanic.

Fotografía de Time & Life Pictures, Mansell, Getty

En las primeras peticiones de ayuda del Titanic usaron «CQD» y Bride estaba lo bastante relajado como para bromear con Phillips, sugiriéndole que también usara el «SOS». «Es una nueva llamada y podría ser nuestra última oportunidad de enviarla», dijo. Pero la difícil situación del trasatlántico no era cosa de risa. Cuando uno de los primeros barcos que recibió la llamada de socorro del Titanic, el SS Frankfurt, respondió a la llamada CQD del Titanic, Bride estaba tan tenso que llamó «idiota» al operador del Frankfurt.

La ira de Bride podría haberse debido al miedo o a la competición empresarial. El telegrafista del Frankfurt trabajaba para la empresa de telecomunicaciones alemana Telefunken. Los historiadores han documentado la eterna rivalidad entre Marconi y Telefunken. Marconi luchó con uñas y dientes para excluir a la empresa alemana del mercado marítimo y se desalentaba e incluso se llegó a prohibir que sus operadores intercambiaran mensajes telegráficos con sus competidores.

Mientras el Titanic se hundía, Bride y Phillips empezaron a alternar las señales SOS y CQD, pero otros operadores transmitieron con descuido o restaron importancia a sus llamadas de socorro. Phillips y Bride solo podían enviar o recibir un mensaje cada vez y su línea estaba ocupada continuamente con la confusión de otros operadores y cuestiones irrelevantes, como la pregunta de si el Titanic se dirigía hacia un barco que estaba a 800 kilómetros.

Por otra parte, el barco más cercano, el Californian, no recibió ninguna llamada de socorro del Titanic. Su operador inalámbrico había apagado su receptor y se había ido a dormir cuando Phillips le mandó callarse.

Los radioaficionados también interfirieron con los mensajes, lo que dificultó que el Titanic se comunicase.

Phillips se hundió con el Titanic y envió tranquilamente señales de socorro en sus momentos finales. La tragedia hizo que Marconi lamentara su decisión monopolística de introducir la radiocomunicación de onda larga en usos marítimos. «Ahora soy consciente de mi error», dijo en un discurso de 1927.

El operador del telégrafo del Titanic Jack Phillips transmitió mensajes de ayuda hasta que el barco se quedó sin electricidad y se hundió. Falleció en la tragedia y no llegaron a recuperar su cuerpo.

Fotografía de The Print Collector, Getty

Bride y Marconi restaron importancia a la rivalidad entre los competidores inalámbricos en un testimonio anterior a una investigación del Congreso estadounidense de 1912 sobre el desastre del Titanic. El Senado estadounidense concluyó que las comunicaciones inalámbricas en el mar debían operar las 24 horas del día y exigió una regulación de la industria de la radio de Estados Unidos, lo que desembocó en la Ley de Radio de 1912. Esta ley restringía el uso de las frecuencias de onda larga e incluyó una disposición según la cual Estados Unidos adoptaba SOS como llamada de socorro estándar. El SOS siguió siendo la llamada de socorro internacional hasta 1999, cuando los grandes buques dejaron de usar el código morse en favor del Sistema mundial de socorro y seguridad marítima por satélite.

Tras su declaración ante el Congreso, Marconi, el nobel cuyo dispositivo estuvo implicado en un desastre trágico, dejó una corona de flores en una ceremonia en honor al operador del telégrafo del Titanic Jack Phillips.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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