
Un gemsbok galopa sobre la arena suelta del desierto Namib (Namibia). Considerado uno de los desiertos más antiguos, el Namib alberga dunas que pueden alcanzar los 305 metros de altura.
Fotografía de Bobby HaasEl pelaje exuberante y la atenta visión del zorro gris es lo que le permite sobrevivir en este duro y a veces frío desierto de Atacama en Chile, el lugar más seco de la Tierra. Algunas zonas de este desierto reciben lluvias una vez cada década.
Fotografía de Joël Sartore Un dragón del desierto camuflado posa sobre las rojas arenas del desierto de Alice Springs en Australia. Aunque los desiertos son entornos muy duros para la vida, llegan a alojar diversos ecosistemas de flora y fauna adaptadas a la vida desértica.
Fotografía de Jason EdwardsLas cabras son capaces de encontrar alimento en las planicies aparentemente yermas del desierto de Simpson en Australia. Muchos granjeros locales crían ganado caprino en el desierto, pero el pastoreo excesivo va en detrimento de las especies autóctonas.
Fotografía de Medford Taylor Un león de montaña, mejor conocido con el nombre de puma, camina con donaire gatuno por los bordes de un acantilado del valle monumental de Arizona. A diferencia de otros animales del desierto, estos felinos permanecen activos durante el día.
Fotografía de Norbert RosingBajo la protección de un iceberg titánico, una bandada de pingüinos emperador disfruta bajo el sol antártico. Los pingüinos emperador sobreviven en este duro entorno (donde la temperatura puede alcanzar 60 grados centígrados bajo cero), apiñándose en grandes grupos con el fin de bloquear el viento y conservar la temperatura corporal.
Fotografía de Ted Mead y Getty ImagesSiguiendo rutas milenarias, una caravana de aventureros recorre una antigua senda de 2.414 kilómetros a través del corazón del Sáhara. El Sáhara cubre alrededor del 8 por ciento de la tierra firme del planeta.
Fotografía de Carsten PeterAtentos suricatas otean el horizonte en busca de predadores a las puertas de su madriguera del Kalahari sudafricano. Si detectan algún peligro, alertarán a otros suricatas con su amplia gama de vocalizaciones, que según algunos investigadores, pueden modificar en función del tipo de amenaza.
Fotografía de Mattias Klum