
En la búsqueda de ingredientes abundantes, baratos, estables y ligeros, el caballo ganador podría estar tan cerca como el aire que respiramos.
La célula de la foto, desarrollada en 2009 por la Universidad de Dayton, fue anunciada como la primera en estado sólido, una batería recargable de iones de oxígeno, diseñada para hacer frente a los riesgos de incendio y explosión de sus hermanas recargables de litio.
Fotografía de University of Dayton Research Institute Vista aérea de una mina chilena de silicio se parece a una franja de fuego fundido a través de un paisaje de color cacao. Teóricamente, el silicio puede almacenar diez veces más energía que el grafito utilizado en las baterías de iones de litio en la actualidad.
Fotografía de Peter Ginter, Corbis Como si de nieve se tratase, un arado raya los campos de litio en una impresionante llanura del norte de Chile, el salar de Atacama. El litio es el elemento que ha conferido su gran capacidad a las baterías de los ordenadores portátiles a lo largo de todo el mundo, siendo una nueva esperanza para los coches eléctricos de hoy.
Fotografía de Bobby Haas, National Geographic Un minero amontona el carbón en una fábrica de aleaciones de silicio-manganeso en la Región Autónoma de Zhuang, en China.
El carbón y el manganeso suelen trabajar mano a mano hoy como materiales esenciales en la fabricación de acero. Pero el manganeso también juega un papel importante en la oferta de energía más limpia: Es un ingrediente clave en las baterías seleccionadas para alimentar Nissan, Chevy Volt y Fisker Karma.
Fotografía de Nir Elias, Reuters Una mariquita aterriza sobre los nanotubos de carbono que unen los alambres de cobre, cada uno estos filamentos tiene un grosor que cuenta aproximadamente con un tamaño 10.000 veces más delgado que el del cabello humanoy con ellos se podrían implementar las baterías de los vehículos.
Fotografía de Mark Thiessen, National Geographic