Restos de naufragios
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

El tráfico marítimo de transatlánticos que tuvo lugar durante siglos dejó restos de barcos por toda la costa de Norteamérica, como este pequeño buque cerca de Bahamas.
Fotografía de Nick Caloyianis, National Geographic
Un cáliz de oro se encuentra entre una ánfora (izquierda) y una copa de dos asas llamada kylix (derecha) en los restos de un antiguo buque mercante en el Mar Mediterráneo. Este barco de 15 metros transportaba mercancías y objetos valiosos cuando se hundió hace unos 3.400 años cerca de Turquía.
Fotografía de Bill Curtsinger, National Geographic
Los arrecifes del Mar Rojo son tan mortales como ricos. Aquí, un submarinista explora los restos cubiertos de coral del británico Carnatic, que se hundió en septiembre de 1869 tras encallar cerca de la Isla Gubal.
Fotografía de David Doubilet, National Geographic
El casco oxidado de un barco yace en las aguas poco profundas del arrecife de Tubbataha (Filipinas). Tubbataha, que abarca más de 32.000 hectáreas del transitado Mar de Sulú, acoge gran cantidad de barcos naufragados.
Fotografía de Wolcott Henry, National Geographic
Submarinistas nadan alrededor de un cañón del U.S.S. President Coolidge cerca de la isla Espíritu Santo (Vanuatu). Este crucero de lujo fue construido en 1931 y se convirtió en buque militar durante la Segunda Guerra Mundial. Se hundió en 1942 al chocar con una mina norteamericana cuando se acercaba a Espíritu Santo.
Fotografía de David Doubilet, National Geographic
Un submarinista explora los restos de un avión de combate japonés de la Segunda Guerra Mundial cerca de Rabaul (Papúa Nueva Guinea). Las aguas que rodean Rabaul, que fue fortaleza japonesa durante la guerra, acogen los restos de barcos de guerra y aviones tanto de los Aliados como de las potencias del Eje.
Fotografía de David Doubilet, National Geographic Las luces sumergibles nos permiten ver la fantasmal proa oxidada del R.M.S. Titanic (Buque de vapor del Correo Real Titanic). El famoso buque, que se hundió tras chocar con un iceberg en abril de 1912, fue descubierto en 1985 cerca de Terranova a 3.800 metros bajo el agua.
Fotografía de Emory Kristof, National Geographic
Submarinistas y peces nadan sobre los restos de un barco que chocó contra uno de los muchos arrecifes superficiales de las Islas Caimán (Indias Occidentales).
Fotografía de Joe Stancampiano, National Geographic
La gran cantidad de arrecifes poco profundos han convertido a las Islas Vírgenes Británicas en un paraíso para los submarinistas y una pesadilla para los capitanes de barcos. Aquí vemos los restos de un remolcador en su tumba de arena del Caribe.
Fotografía de Heather Perry, National Geographic