Mujeres que viajan solas comparten sus consejos

Estas lectoras revelan sus estrategias para hacer amigos, estar a salvo y descubrir la cultura local cuando viajan solas.

Por Kelly Barrett
Publicado 27 ene 2020, 13:23 CET
Lago Gosainkunda
Si viajas sola, como esta mujer que camina por el lago Gosainkunda, en la región nepalí de Langtang, es posible que seas más consciente de la belleza que te rodea.
Fotografía de Alex Treadway, National Geographic Image Collection

«¡Qué valiente!».

Cuando le cuento a la gente que viajo sola, esa es la respuesta más habitual. Aunque es un comentario bienintencionado, me irrita que aún se piense que una mujer que emprende un viaje sola va a sentirse aislada o intimidada. En un mundo ideal, las viajeras solas no serían rebeldes ni valientes, sino que estarían optando por una preferencia personal. De hecho, cuando yo viajo sola, mis sentidos parecen estar más sintonizados con mi entorno, de las personas que conozco (o de las que me alejo) a las calles por las que camino (o evito).

Con todo, cuando preguntamos a nuestros lectores y comunidades sociales qué habían aprendido en sus viajes en solitario, más de la mitad de las mujeres respondieron con consejos para evitar salir perjudicadas. Aunque el 26 por ciento de las mujeres milenials han viajado solas, es una realidad que mujeres de todas las edades se enfrentan a algunas vulnerabilidades cuando van de viaje. Como muchas de mis amigas, voy a clases de autodefensa para quedarme tranquila. Sí, en clase nos enseñan a pegar patadas o codazos en la entrepierna, pero también pregonan que se debería evitar situaciones peligrosas.

Pero mientras leía las historias compartidas por las mujeres, lo que más me impresionó fue su emoción por la aventura y la superación del miedo. La lectora Rita Pearson lo resumió muy bien: «Primero, la seguridad por delante. Y segundo, ¡ponte en marcha!».

A partir de más de mil respuestas, hemos recogido palabras poderosas, sabias y estimulantes.

La seguridad ante todo

Si viajas sola, tendrás que cubrirte tu propia espalda, por así decirlo. Elena Burnett, que ha pasado años practicando senderismo y fotografiando partes remotas de parques nacionales como Mesa Verde o Grandes Dunas de Arena, se prepara mucho para estar siempre a salvo. «Comprar un mapa topográfico es una de las primeras cosas que hago antes de viajar. Me permite conocer los senderos y los puntos de interés», afirma. También recomienda estar preparada para los cambios de tiempo y llevar agua y un botiquín de primeros auxilios.

Consejo: Si viajas por un sendero rural o por una zona sin cobertura, un GPS por satélite te permite mantenerte en contacto con amigos y familiares y llamar si necesitas ayuda. Burnett confía en su Garmin inReach. También recomienda formarse en primeros auxilios en la naturaleza con la NOLS (National Outdoor Leadership School).

Saber cuándo buscar ayuda

Viajar en solitario no significa que tengas que estar completamente sola. Muchos turoperadores atienden los intereses de mujeres que buscan experiencias individuales con la ayuda de naturalistas o guías locales. En un safari por Botsuana con At Close Quarters, especialista en excursiones fotográficas, la lectora Rachelle Aikens estuvo rodeada de expertos en observación de fauna silvestre y fotografía, lo que permitió que sacara mejores fotos y descubriera la región.

Consejo: Participa en una excursión solo de mujeres, ya que probablemente te acompañen viajeras afines y amigas en potencia. Wild Women Expeditions ofrece viajes de aventura como la Patagonia y Egipto; Damesly organiza excursiones y retiros creativos en destinos como Colorado y Estambul.

Estar abierta a conocer gente

Cuando no pasas el día charlando y debatiendo con tus acompañantes cuál será el próximo restaurante en el que pararéis, te verás obligada a interactuar con lugareños y con otros viajeros. Esto suele traducirse en nuevas amistades. «Sé la viajera que querrías conocer», recomienda Aikens, cuya actitud abierta la ayudó a entablar amistad con otra viajera durante el safari en Botsuana. Las dos mujeres se hicieron tan amigas que ahora hablan todas las semanas y están planificando una visita al Ártico.

Consejo: La mayoría de las ciudades ofrecen excursiones a pie baratas o gratuitas, una forma ideal de conectar con visitantes afines. También puedes encontrar clases y eventos locales en Meetup o experiencias de Airbnb, o excursiones con una empresa como Enconunter Travel, que presta servicios a personas solteras. Tourlina ayuda a las mujeres a encontrar compañeras de viaje y Bumble BFF también puede conectarte con compañeras aventureras. Con todo, haz uso el buen juicio en todo momento y reúnete con gente nueva en espacios públicos.

 

Si viajas sola puedes tener tiempo libre para disfrutar de tus aficiones, como la fotografía.
Fotografía de Theo Allofs, Getty Images

Confiar en tu instinto

Más de 40 respuestas a nuestra pregunta eran de mujeres que recomendaban desarrollar instintos más intensos y seguirlos. Como mochilera que viaja sola, Burnett trata de mantener la calma y ser consciente de sus límites tanto físicos como mentales. «No dudes ni temas defenderte si te sientes incómoda o amenazada», afirma.

Consejo: Lee The Unthinkable: Who Survives When Disaster Strikes and Why de Amanda Ripley, que explica tácticas para tomar medidas rápidamente en posibles situaciones de emergencia.

Aprender a entretenerte

Aunque conozcas a gente por el camino, como viajera en solitario pasarás mucho tiempo sola. Ten a mano formas de pasar el tiempo libre (o estimular la creatividad), como la lectora Nanci Mansfield, que descubrió que una libreta de bocetos y un bolígrafo le sirvieron para romper el hielo con un desconocido en la India. Mansfield se sintió intrigada por un hombre y su vivienda, parecida a una mezquita, y le preguntó si podía dibujarlo. Aunque al principio él tenía sus dudas, ella se lo ganó. «Es una historia de aceptación», escribe. «Entré siendo una desconocida, pero me marché escuchando un coro de adioses».

Consejo: Antes de emprender el viaje, ten en cuenta algunas cosas que te gustaría hacer o probar si tuvieras más tiempo. Dibujar, sacar fotos o escribir un diario puede ayudarte a documentar tu experiencia y llenar el tiempo libre con aficiones que te gustarían practicar en lugar de jugar al Candy Crush en el móvil.

Elegir hostales en lugar de hoteles

«Me gusta sumergirme en los lugares que visito, tomarme mi tiempo para vivir, respirar y absorber la naturaleza y las tradiciones», afirma la lectora Ginny Greenwood. En Rangún, Birmania, esto la llevó a abandonar su hotel y alojarse en un hostal en busca de compañía. Otro huésped le presentó a un guía que hablaba algo de inglés. El guía la llevó en moto a conocer a los artesanos locales, como fabricantes de bronce, escultores de jade, tejedores de bambú, bordadores y creadores de títeres. Greenwood y su guía contemplaron el atardecer sobre el puente de teca más largo del mundo.

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    Consejo: Alojarse en un hostal con otras personas que viajan solas puede proporcionarte una sensación de seguridad y abrirte las puertas a otras experiencias interesantes. Las páginas web de reserva de hostales, como Hosteling International y Hostelworld.com, tienen reseñas generadas por los lectores que, aunque no son infalibles, podrían dar a otras aventureras una idea de si vale la pena elegir un alojamiento o no.

    Los lugares históricos, como el Gran Torii de Miyajima, en Japón, pueden parecer mágicos si los visitas en solitario.
    Fotografía de Jose More, VW Pics, Redux

    Confiar en la amabilidad de los desconocidos

    Sería imprudente hacerte amiga de cada viajero que pase, pero los viajes en solitario demuestran lo serviciales y amables que pueden ser las personas de todo el mundo, independientemente de la barrera del idioma. Cuando la lectora Vivienne Valles llegó a Turquía, la ayudó una lugareña muy cortés. «Al salir del metro de Estambul, no estaba segura de cómo llegar a mi hotel», afirma. Una mujer acudió a su rescate. «No hablo turco y ella no hablaba inglés, pero entendió lo que necesitaba». Al final, la mujer llevó a Valles hasta el hotel.

    Consejo: Aprende frases básicas en el idioma local o descarga Google Translate antes de partir. Un par de palabras o un saludo agradable pueden ayudarte a comunicarte. Y en un aprieto, los dibujos y los gestos también son de gran ayuda.

    Escuchar grandes historias

    Cuando estás sola, es más probable que conectes con los pequeños detalles de los lugares y la cultura local. Cuando visitó Japón, la lectora Salena Parker se quedó hipnotizada ante la delicada construcción y el tono bermellón del Gran Torii de Miyajima, la enorme puerta del siglo XIX al santuario de Itsukushima del siglo XIII (lugar Patrimonio de la Humanidad de la Unesco). Las estructuras, ubicadas en el mar interior de Seto cerca de Hiroshima, conmemoran a las tres deidades hermanas. «Mi anfitriona me contó que la puerta es un puente entre el mundo humano y el mundo de los espíritus», explica Parker. Aunque para muchos turistas este lugar es un fondo perfecto para una foto de Instagram, a ella aquellos detalles le parecieron más profundos. «Es una parte floreciente de la historia mundial», afirma. «Me recordó que hay historias por descubrir en el patrimonio de las mujeres».

    Consejo: Alojarse en una casa (o en un bed and breakfast) puede acercarte a los lugareños y a sus costumbres. Parker dice que la suya fue «una experiencia genial de inmersión cultural y aprendizaje de idiomas».

    Kelly Barrett es periodista autónoma, profesora de yoga y exproductora senior de National Geographic. Actualmente, está explorando los paisajes de Tucson, Arizona. Sigue sus aventuras en Instagram.
    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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