Este nuevo dinosaurio de 160 millones de años tenía cuatro alas, pero no podía volar

En lo que ha supuesto una sorpresa para los paleontólogos, los análisis del fósil en buen estado sugeriría que el animal pasó su vida correteando por el suelo.

Por John Pickrell
Publicado 9 nov 2017, 4:22 CET
Serikornis sungei
La nueva especie de dinosaurio Serikornis sungei busca comida en esta ilustración de un artista.
Fotografía de Emily Willoughby (ilustración)

Un dinosaurio del tamaño de un faisán descubierto en China está provocando revuelo entre los científicos, que intentan entender el origen del vuelo.

La especie recién nombrada, Serikornis sungei, se suma a la categoría de dinosaurios que tenían cuatro alas, gracias a extremidades inferiores y superiores muy emplumadas. Sin embargo, en lo que supone un giro para los paleontólogos, las pruebas sugieren que el Serikornis no podía volar.

«El plumaje del Serikornis muestra por primera vez una ausencia total de bárbulas, es decir, de las microestructuras que permiten que las plumas resistan la presión del aire durante el aleteo», según explica el director del estudio Ulysse Lefèvre, paleontólogo del Real Instituto belga de Ciencias Naturales en Bruselas. 

«El plumaje está compuesto de cuatro alas, al igual que ocurre con muchos dinosaurios terópodos de China. Sin embargo, no permitía a ‘Silky’ (‘Sedoso’) despegar desde suelo o desde un árbol».

En su lugar, Lefèvre y su equipo sugieren que el Serikornis formaba parte de un subgrupo de dinosaurios primitivos de cuatro alas con plumas que no estaban correctamente adaptadas para el vuelo. En vez de aletear o planear entre los árboles, estos animales probablemente pasaban su vida correteando por el suelo de los bosques en los que habitaban.

El fósil de Serikornis, descubierto en 2014, tiene unos 160 millones de años, según informa el equipo este mes en la revista The Science of Nature. El fósil es originario de la provincia del noreste de China, Liaoning, una región famosa por conservar los restos de aves primitivas y dinosaurios con plumas.

El primer dinosaurio de cuatro alas, Microraptor, fue descubierto en Liaoning en el año 2000. Y en la misma capa de roca en la que se descubrió el Serikornis, se habían hallado previamente las especies de cuatro alas Aurornis y Anchiornis. A medida que aparecen más fósiles de dinosaurios con cuatro alas, los científicos han observado este rasgo como un importante precursor del vuelo totalmente funcional en las aves, ya que estos parientes primitivos de las aves o bien volaban o bien planeaban entre las ramas de los bosques prehistóricos de China.

Lefèvre y su equipo nombraron a la nueva especie en honor a Sun Ge, el científico del Museo Paleontológico de Liaoning que hizo que el fósil fuera adecuado para ser estudiado, y en referencia a la supuesta cobertura sedosa de su cuerpo. Serikos significa «seda» en griego antiguo. 

El fósil del Serikornis sungei, que muestra su plumaje variado.
Fotografía de Ulysse Lefevre

En vida, el dinosaurio recién descirto habría medido unos 45 centímetros, y habría tenido unos dientes diminutos y afilados y un cuerpo cubierto de plumas aterciopeladas y finas. Sin embargo, sus extremidades habrían presentado varios tipos de plumas, entre ellas largas plumas penáceas con cálamos centrales más parecidos al plumaje que solemos observar en aves modernas.

Eso es lo que hace que el Serikornis sea todo un rompecabezas. Según Lefèvre, las plumas del ala del dinosaurio no eran lo suficientemente ligeras y rígidas como para producir el impulso suficiente para contrarrestar la gravedad. En su lugar, él sospecha que el animal usaba sus plumas como aislamiento o que las mostraba para ahuyentar a sus rivales o para impresionar a posibles parejas.

El descubrimiento se suma a nuestro conocimiento cada vez mayor sobre la diversidad de dinosaurios con plumas, que empleaban su plumaje para varios propósitos diferentes al vuelo, según Thomas R. Holtz, paleontólogo en la Universidad de Maryland en College Park.

«No nos estamos quedando sin nuevos tipos de dinosaurios con plumas del Jurásico o del Cretáceo y podemos esperar nuevos descubrimientos», afirma.

Las plumas largas en las patas y los pies del dinosaurio son rasgos que comparten con muchas aves primitivas y otros dinosaurios con plumas, según añade Holtz. «Podrían haber empleado dichas plumas para maniobrar en el caso de los miembros voladores de este grupo, pero en el caso de este animal no volador habrían tenido otra función».

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo en que el Serikornis no podía volar. Mike Benton, paleontólogo en la Universidad de Bristol en Reino Unido, cree que la hipótesis de que este dinosaurio viviese sobre la tierra no se sostiene.

«Las alas traseras serían un inconveniente para un animal que se desplazase por tierra», explica Benton. «Las plumas largas del muslo y la pantorrilla sería como llevar pantalones campana, que crearían fricción y se engancharían a medida que el animal caminaba o corría».

Él prefiere la interpretación de que las cuatro alas sería «un modelo para el origen del vuelo, en el que los dinosaurios primitivos como el Serikornis trepaban a los árboles, quizá persiguiendo insectos u otros pequeños animales arborícolas que podían comerse. Para huir de los depredadores o para moverse, necesitarían planear de rama en rama».

Lefèvre reconoce que es posible que estos pequeños dinosaurios pudieran planear hasta el suelo desde los árboles, pero sigue estando lejos de poder volar. «El plumaje de Silky no le permite volar como lo hacen las aves modernas, pero sin duda podría haberle ayudado a ralentizar su descenso», explica.

Al igual que sus parientes cercanos, el Serikornis también tenía garras agrandadas que podrían haberle permitido trepar por los troncos de los árboles, según Lefèvre, que señala que esto «sigue siendo un tema complejo y para entenderlo serán necesarios más tiempo y fósiles».

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