Este raro vídeo de un perezoso dando a luz ha entusiasmado a los científicos

La grabación muestra a la cría colgando del cordón umbilical, un comportamiento tan poco observado que los expertos no están seguros de si se trata de una estrategia evolutiva.

Por Jason Bittel
Publicado 3 mar 2020, 12:34 CET
Perezoso bayo y su cría
Un perezoso bayo y su cría descansan en el Santuario de Perezosos de Aviarios en Costa Rica en una fotografía de archivo.
Fotografía de Suzi Eszterhas, Minden Pictures

Recientemente, unos turistas presenciaron un acontecimiento raro y mágico en Costa Rica: el nacimiento de un perezoso de tres dedos.

Steven Vela, un guía de la empresa Canoa Aventura, avistó al perezoso bayo (Bradypus variegatus) desde la ventana del coche cerca de La Fortuna, no muy lejos del parque nacional del volcán Arenal. Cuando se detuvo, no tenía ni idea de que el animal estaba de parto ni de lo que iba a presenciar a continuación.

Segundos después de que saliera la cría, la madre no pudo agarrarla. Pero en vez de caerse al suelo del bosque, la cría colgó del cordón umbilical, lo que dejó a los espectadores sin aliento. Aunque quizá parezca sorprendente tratándose del mamífero más lento del mundo, la madre se inclinó y abrazó a la cría y la lamió para limpiarla.

«Fue asombroso», cuenta Vela, quien grabó el acontecimiento, en un mensaje de Facebook. «Creo que moriré y nunca volveré a ver algo así».

Es probable que tenga razón. Según Rebecca Cliffe, directora ejecutiva de la Sloth Conservation Foundation de Costa Rica, presenciar un parto como este es muy poco común. «No mucha gente ha visto esto, sobre todo en un perezoso [de tres dedos]», cuenta.

Para empezar, los perezosos son criaturas reservadas y sedentarias, casi siempre ocultas en las copas de los árboles. Es mucho más difícil observar a perezosos de tres dedos (de los cuales hay cuatro especies vivas) en estado silvestre que a sus parientes, los perezosos de dos dedos.

Sin embargo, no está tan claro si el cordón umbilical suele actuar como dispositivo salvavidas para estos mamíferos arborícolas, ya que no hay observaciones suficientes para saberlo a ciencia cierta.

Pero el vídeo demuestra por qué la ciencia ciudadana es tan importante. Ofrece una visión valiosa del comportamiento de un animal que puede ayudar a los científicos a llenar vacíos de conocimiento sobre una especie en particular. Es más, dichas observaciones pueden proporcionar datos a los expertos que elaboran planes de conservación.

El perezoso bayo, que está muy extendido por las áreas protegidas de Sudamérica y Centroamérica, no se encuentra en peligro de extinción, pero otras especies de perezoso lo están, como el perezoso pigmeo de tres dedos, que se encuentra en peligro crítico de extinción.

¿Un salvavidas para las crías?

Cliffe tuvo la suerte de observar a un perezoso bayo dando a luz en Costa Rica en 2013.

En aquel caso, cuando el bebé cayó, el cordón umbilical se enredó alrededor de una rama. «Fue bastante dramático», cuenta. La madre simplemente se inclinó y recogió a su cría. «Se comió todo el saco amniótico y el cordón, y después la placenta», cuenta Cliffe.

Unos rescatadores reúnen a una cría de perezoso con su madre
Esta cría de perezoso de tres dedos estaba llorando en una playa de costa rica, separada de su madre. Un turista la encontró y la llevó al Jaguar Rescue Center, donde el equipo buscó a su madre, sin éxito. A los rescatadores se les ocurrió una idea: grabaron los sonidos del llanto del bebé y los reprodujeron con un altavoz. Finalmente, apareció un perezoso hembra entre las copas de los árboles, en respuesta al llanto grabado. Subieron a la cría hasta la hembra y la aparente madre usó su agudo sentido del olfato para identificar a su bebé. Mientras los perezosos empezaban a acurrucarse, los espectadores del centro de rescate celebraron la reunión. Aunque los perezosos bayos de tres dedos no son una especie en peligro de extinción, corren riesgos creados por los humanos, como la pérdida de hábitat y la electrocución en el tendido eléctrico. Ahora, el diminuto bebé tiene la oportunidad de sobrevivir en los brazos protectores de su madre.

«No creo que [colgar del cordón umbilical] ocurra en todos los casos, pero sospecho que es bastante habitual y no causa ningún problema. Simplemente pone un pelín nerviosos a los espectadores», añade Cliffe.

Sam Trull, director y cofundador de The Sloth Institute, con sede en Costa Rica, sospecha que no es así: «No creo que el que la cría cuelgue del cordón umbilical como en el vídeo sea la norma», explica por email.

Por ejemplo, la placenta (a la que está fijada el cordón umbilical) suele salir poco después de la cría, lo que significa que la madre solo tiene un periodo breve para recoger a su cría. Trull también aclara que las madres colocan las manos bajo el cuerpo anticipándose a su recién nacido, lo que apunta a que no debería colgar del cordón.

«Sin embargo, poder atar la madre a la cría es una función fantástica. Así que no me sorprendería que los perezosos tengan cordones umbilicales extrafuertes», añade. «Tengo celos de no haber podido estar allí para verlo. De todas las habilidades que necesita un perezoso, ahora sabemos que recoger una cría resbaladiza es otra más».

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
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