¿Es esta es la única plataforma petrolífera que aman los ecologistas?

Frente a la costa de California, una plataforma petrolífera llamada Eureka se acerca al final de su vida útil y de su permanencia en el océano, pero alberga un próspero ecosistema de vida marina comparable a los sistemas naturales de arrecifes de coral.

Un pez garibaldi nada junto a un travesaño en la plataforma petrolífera Eureka. Anclada en el océano desde hace cuatro décadas, la plataforma se ha llenado de fauna marina y ahora es un próspero arrecife artificial.

Fotografía de Joe Platko
Por Avery Schuyler Nunn
Publicado 9 ago 2023, 9:50 CEST

A 12 kilómetros de la costa del sur de California (Estados Unidos), la plataforma petrolífera Eureka, de 213 metros de altura, quedó anclada en las profundidades del Pacífico en el año 1984.

Durante cuatro décadas, en medio del zumbido constante de la extracción de petróleo, millones de invertebrados empezaron a aferrarse a los pilotes bajo la superficie, iniciando un ecosistema propio.

Eureka pronto se convirtió en una yuxtaposición irónica: una enorme estructura industrial incrustada de vibrante vida marina. Un campo interminable de anémonas fresa empezó a recubrir las vigas industriales de la plataforma, y los crustáceos se metieron en el denso laberinto de mejillones. Ahora, los cormoranes se zambullen en la superficie y docenas de leones marinos descienden de las estructuras sobre el agua, planeando entre los abundantes bancos de peces que deambulan por debajo.

"Cada centímetro cuadrado está cubierto de vida marina", afirma Milton Love, biólogo del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de California (Estados Unidos). "A veces hay tantos peces que ni siquiera se puede ver a través de ellos hasta la plataforma. Es abrumadoramente sorprendente".

Eureka es una plataforma petrolífera que extrae petróleo del fondo marino y lo envía a refinerías de la costa de California. Pronto dejará de funcionar y no está claro qué ocurrirá con el arrecife que creció debajo.

Fotografía de Mauricio Handler, Nat Geo Image Collection

Este punto caliente marino es una de las 23 plataformas petrolíferas y oleoductos situados frente a la costa de California, 15 de los cuales están activas, como Eureka. Construidas entre 1967 y 1989, estas plataformas están llegando al final de su vida útil. Con unos niveles de producción en declive, sigue siendo un dilema qué hacer con las plataformas cuando ya no sean rentables: ¿Deben las petroleras retirarlas, llevándose los arrecifes con ellas? ¿O deben quedarse, dejando el ecosistema en un estado antinatural?

Lo que hace que Eureka sea especialmente controvertida no es sólo la abundancia de vida marina, sino que, según la investigación de Love publicada por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en 2014, el hábitat de la plataforma es incluso más productivo que algunos arrecifes naturales, ya que alberga un próspero ecosistema que sigue existiendo hoy en día.

"Si eliminas una plataforma, puedes estar matando a decenas de millones de animales porque casualmente se asentaron sobre acero en lugar de una roca", señala Love, "Lo que me parece una tragedia".

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Cómo mantiene Eureka la vida marina

La abundancia de la plataforma se debe tanto a su ubicación como a su diseño idiosincrásico. A diferencia de otras plataformas petrolíferas, la compleja forma de Eureka ofrece escondites a la vida marina y acceso a un flujo constante de corrientes frías que atraen a más especies.

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      Un león marino de California se sumerge desde la superficie para investigar a los buceadores. A menudo se ven leones marinos descansando en la plataforma durante la marea baja.

      Fotografía de Joe Platko

      Mientras que la mayoría de las plataformas tienen pilotes cilíndricos verticales, Eureka tiene capas y capas de pilotes planos que reproducen el fondo marino a distintas profundidades en toda la columna de agua.

      Love señala que la mayoría de los peces que rodean la plataforma probablemente se desplazaron con las corrientes al principio de sus vidas y se encontraron en la plataforma cuando necesitaron algo duro en lo que asentarse.

      Cerca de la superficie, donde se produce gran parte de la fotosíntesis, estos peces jóvenes pueden alimentarse de plancton y, en los pilotes, de crustáceos y artrópodos que viven entre las anémonas.

      "Eureka es, con diferencia, la más productiva [a nivel biológico] de las plataformas de California", afirma Jeremy Claisse, coautor del artículo junto con Love. "Es tan productivo como cualquier otro hábitat de peces marinos que se haya estudiado en todo el mundo".

      A medida que los peces envejecen, tienden a desplazarse lentamente hacia las profundidades de la plataforma, donde la luz se atenúa constantemente y donde las especies se multiplican tanto en tamaño como en cantidad. Los corales de aguas profundas se extienden fuera de los pilotes como árboles ramificados, y bancos de peces de roca rayados que constituyen aproximadamente el 90% de las especies de peces asociadas al hábitat de la plataforma.

      Claisse y Love señalan que, aunque muchas estructuras naturales, como los arrecifes de pináculos en forma de montaña, albergan una vida marina similar, la escala no se acerca ni de lejos a la de Eureka.

      "Ni siquiera éstas tienen el espacio abierto entre las estructuras que tiene Eureka", añade Claisse. "Es un lugar realmente extraño, productivo y único".

      Para 2055, está previsto que la mayoría de las 23 plataformas petrolíferas marinas de California dejen de funcionar. Cuando las petroleras construyeron las plataformas, asumieron la responsabilidad de desmantelar, o clausurar, cada una de ellas. Sin embargo, la vida marina imprevista ha hecho que muchos funcionarios se replanteen si las plataformas deben desmantelarse.

      Los recientes vertidos de petróleo en California (como el de casi 100 000 litros que se derramaron por un oleoducto roto conectado a una plataforma) han hecho que muchos grupos ecologistas desconfíen de cualquier infraestructura petrolífera, independientemente de que bombee o no petróleo. Dado que ocho de las 23 plataformas ya no producen petróleo y van a ser desmanteladas en los próximos años, se acaba el tiempo para llegar a un acuerdo.

      Algunos quieren que las petroleras retiren completamente las plataformas y devuelvan el medio marino a su estado natural. Otros quieren que las plataformas se conviertan en arrecifes artificiales protegidos, alegando que su desmantelamiento sabotearía un ecosistema abundante.

      Grandes bancos de jureles utilizan las plataformas petrolíferas del sur de California como hábitat en un entorno marino que, de otro modo, sería estéril. Los arrecifes, naturales o artificiales, cubren menos del 1% del océano, pero albergan más de una cuarta parte de su fauna.

      Fotografía de Joe Platko

      El complejo y costoso proceso de desmantelamiento completo implica taponar y cementar los pozos antes de retirar por completo toda la estructura. Sin embargo, algunos están optando por lo que se denomina desmantelamiento parcial: sólo se retira la parte superior de la plataforma hasta una profundidad de aproximadamente 25 metros, para eliminar cualquier peligro para los cascos de los barcos. La parte inferior restante se dejaría como santuario de la vida marina, designado por el programa Rigs-to-Reef [De plataformas a arrecifes, en inglés] del Departamento de Interior de EE. UU., y como destino para el buceo y la pesca recreativa.

      Sin embargo, Linda Krop, abogada jefe del Centro de Defensa Medioambiental, afirma que dejar la plataforma en su lugar podría dejar toxinas en el medio ambiente, algo que le preocupa actualmente por los enormes montones de escombros que quedan en el fondo marino de las plataformas retiradas hace 30 años.

      "En estos momentos, materiales tóxicos como el arsénico y el plomo no se filtran al medio marino, pero podrían alterarse en caso de terremoto, actividad sísmica o alteraciones provocadas por el hombre, como engancharse en las artes de pesca", afirma. 

      Krop también señala que, a la hora de determinar qué es realmente lo mejor para el ecosistema, los científicos deben tener en cuenta muchos factores, no sólo las poblaciones de animales salvajes. Le preocupa que la abundancia de peces pueda atraer la pesca recreativa, limitando el beneficio medioambiental de la plataforma al reducir las poblaciones de peces.

      Claisse menciona que, aunque algunos estudios recientes realizados en las plataformas de California no han mostrado niveles más altos de metales pesados en las especies asociadas a las plataformas, los entornos marinos cercanos a complejos industriales suelen estar impregnados de componentes nocivos. Añade que hay que seguir investigando para comprender las toxinas industriales.

      "No todas las plataformas petrolíferas son buenas candidatas para un arrecife artificial", afirma la bióloga especializada en conservación marina Emily Hazelwood, cofundadora de la consultora medioambiental Blue Latitudes. "Hay que hacer un estudio biológico exhaustivo para comprender el valor [de cada una] y qué vida marina hay allí".

      Pero ella cree que Eureka es una buena candidata, dada la gran variedad de especies que viven allí y su potencial para albergar especies amenazadas. Con la ayuda de un ROV (vehículo operado por remoto), Hazelwood y su cofundadora Amber Sparks descubrieron que una especie emblemática de estrella de mar, el Girasol Gigante del Pacífico, estaba floreciendo.

      Actualmente, las estrellas de mar están clasificadas como En Peligro Crítico en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Desde 2013, el 90 por ciento de la población de estrellas de mar se ha perdido a causa de enfermedades provocadas por el aumento de las temperaturas y la acidificación.

      "Sufrieron una mortandad masiva y ahora son muy difíciles de encontrar, pero nosotros las encontramos", dice Hazelwood.

      Lo que ocurra con Eureka puede incluso sentar un precedente para las nuevas infraestructuras energéticas. Claisse señala que la investigación medioambiental de Eureka se está aplicando a diseños de otras estructuras, como la eólica marina.

      Y añade: "Nadie pretendía que estas plataformas petrolíferas fueran hábitats de peces, pero de cara al futuro, [tenemos que preguntarnos] de qué manera podemos pensar en hacer habitual cualquier cosa que pongamos en el océano, si de todos modos van a estar ahí fuera."

      Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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