Clima
Publicado 9 mar 2022, 11:47 CET

Un tornado de escala F3 azota las llanuras de Dakota del Sur. Los vientos de estas fuertes tormentas pueden llegar a alcanzar los 320 kilómetros por hora, arrancando tejados y muros a su paso e incluso haciendo volcar trenes.
Fotografía de Carsten Peter
Mientras la tormenta se acerca, un caballo pasta en el vasto territorio de la estepa mongola. Las abiertas praderas de esta región se caracterizan por tener un clima seco y presentar bruscos cambios de temperatura que llegan al calor y frío extremos.
Fotografía de David Edwards
Las flores primaverales indican el cambio de estación en la isla Rügen (Alemania). Los climas templados, como el del mar Báltico, experimentan cuatro estaciones bien diferenciadas al año.
Fotografía de Sisse Brimberg
En la asombrosa variedad de hojas otoñales de Vermont destacan los coloridos arces. Estos árboles de hoja ancha cambian su pelaje cada otoño preparándose para el invierno, pero las diferencias de humedad y temperatura determinarán la espectacularidad de la escena cada año.
Fotografía de Fotografía de John Eastcott y Yva Momatiuk
Los tripulantes de la lanzadera espacial Atlantis captaron esta imagen del huracán Gordon en septiembre de 2006. Aunque desde arriba la tormenta pueda parecer inofensiva, sus vientos continuos soplaban a 130 kilómetros por hora.
Fotografía cedida por NASA
Atardecer en la isla de Gozo, a poca distancia de la costa maltense. Malta goza de un agradable clima mediterráneo que se caracteriza por inviernos húmedos y frescos y veranos cálidos y secos.
Fotografía de Michael Melford
Las lluvias monzónicas de la India, que en la imagen azotan las palmeras de la ciudad de Trivandrum (estado de Kerala), traen un agua necesaria para la región y un esperado frescor tras la larga y calurosa estación seca. Pero, por desgracia, en ocasiones también traen inundaciones y terribles brotes de enfermedades.
Fotografía de Priit Vesilind
El desierto del Namib es uno de los más antiguos de la Tierra y sus dunas, que se extienden por la costa atlántica africana, alcanzan casi los 300 metros de altura. Se trata de una región tan seca que recibe más humedad de los vientos que llegan del océano que de sus propias precipitaciones anuales.
Fotografía cedida por NASA
Las cristalinas aguas de Granada y sus cálidas temperaturas atraen a turistas a esta isla del Caribe todo el año. En el trópico, la franja terrestre situada entre los 23,5 grados N y los 23,5 grados S, el ángulo vertical del sol hace que las temperaturas entre invierno y verano apenas varíen.
Fotografía de Barry Tessman
Un parapente abre sus alas sobre la duna de Cerro Dragón, en el Desierto de Atacama (Chile). Este desierto costero ocupa una larga franja entre el océano Pacífico y los Andes. En algunas partes de este desierto no se han registrado nunca lluvias.
Fotografía de Joël Sartore
Un arco iris ilumina el cielo sobre las montañas de la Sierra Madre Occidental en México. El arco, que se forma cuando la luz del sol se refracta y refleja con las gotas de lluvia de la atmósfera en el aire, muestra todos los colores de la luz visible.
Fotografía de María Stenzel
Los fuertes vientos arrastran la fina arena del desierto egipcio hasta el mar Mediterráneo. Las recias tormentas de finales de invierno y principios de primavera barren el punto más bajo del país: la depresión de Qattara.
Fotografía cedida por NASA
Death Valley (Valle de la Muerte), visto aquí en una imagen satelital, es un lugar abrasador. En verano sus temperaturas superan los 38 grados y la media anual de lluvia en esta región es inferior a 5 mm. A pesar de estas condiciones, algunas plantas y animales se han adaptado a su inhóspito clima.
Fotografía cedida por NASA