¿Qué es la extinción? La respuesta es compleja

De extinción local a extinción funcional: estas son las diversas formas en que los científicos siguen el declive de las especies.

Por Liz Langley
Publicado 31 may 2019, 14:52 CEST
La pica americana
La pica americana (en la foto, un animal del Gran Ecosistema de Yellowstone, en Wyoming) está siendo desplazada al norte conforme su hábitat se calienta.
Fotografía de Drew Rush, Nat Geo Image Collection

La extinción es un fenómeno natural: al fin y al cabo, más del 90 por ciento de todos los organismos que han vivido en la Tierra no están vivos en la actualidad.

Pero los humanos lo han empeorado al acelerar los ritmos de extinción natural debido a nuestro papel en la pérdida de hábitat, el cambio climático, las especies invasoras, las enfermedades, la sobrepesca y la caza.

«Estamos perdiendo conjuntos enteros de especies que desempeñan papeles ecológicos distintivos», afirma Stuart Pimm, profesor de Conservación en la Universidad de Duke. Por ejemplo, superdepredadores como las nutrias marinas y los tiburones han disminuido, lo que ha desestabilizado sus ecosistemas.

Decenas de especies nuevas se extinguen cada día y los científicos afirman que más de 20.000 plantas y animales están al borde de desaparecer para siempre. Un cuarto de todas las especies de mamíferos están en peligro de extinción.

El organismo principal que rastrea el descenso de las especies es la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La organización evalúa a las especies en estado salvaje y, junto con datos de una serie de fuentes, clasifica su vulnerabilidad en su Lista Roja de Especies Amenazadas.

A continuación te explicamos algunos términos y conceptos que usan los biólogos cuando hablan de la extinción.

En peligro crítico de extinción

Estos animales se enfrentan a una alta probabilidad de extinción. Entre ellos se incluyen el rinoceronte de Sumatra y el orangután de Sumatra, cuyo hábitat está quedando destruido por la tala y la agricultura.

Extinto en estado silvestre

Estas son especies que ya no viven en su área de distribución autóctona y que solo existen en entornos de cautividad, como zoológicos o centros de cría. En 1987, los 27 cóndores californianos que quedaban en el mundo se trasladaron a cautividad, lo que los convirtió en una especie extinta en estado silvestre.

Un cóndor californiano cautivo en el Parque de Animales Salvajes de San Diego. El ave estaba casi extinta cuando los humanos intervinieron y capturaron a los animales salvajes restantes.
Fotografía de Joël Sartore, Nat Geo Image Collection

El rascón de Guam, una pequeña ave no voladora, fue empujada a la extinción por la culebra arbórea café invasora, introducida por accidente en la isla por el ejército estadounidense. Actualmente, los rascones solo viven en entornos de cautividad, entre ellos el Aviario Nacional de Pittsburgh.

Extinto a nivel local

Esta no es una categoría de la UICN, sino un término que significa que un animal ha desaparecido en parte de su área de distribución autóctona. Los osos grizzly están extintos a nivel local en California, pero aún viven en estado silvestre en otras zonas.

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    Una madre grizzly vigila en el parque nacional del lago Clark, en Alaska. Este depredador está extinto a nivel local en California, una parte de su antigua área de distribución.
    Fotografía de Barrett Hedges, Nat Geo Image Collection

    La pica americana —unos roedores «increíblemente adorables» y amantes del frío— está siendo empujada a elevaciones superiores debido a las temperaturas cálidas provocadas por el cambio climático, según Pimm. Una vez llegan, los mamíferos descubren que no hay espacio suficiente para sobrevivir.

    Por ejemplo, un estudio de 2017 determinó que los animales han desaparecido de su hábitat en Sierra Nevada (California) debido al calentamiento. Sin embargo, su población no ha disminuido lo suficiente como para garantizar que los clasifiquen como especie en peligro de extinción.

    En Nueva Inglaterra, los inviernos con menos nieve permiten que una especie de garrapata vivir durante más tiempo, lo que a su vez está matando a los alces de la región. Con sus cuellos delgados, cuerpos demacrados y grandes manchas sin pelo, estos «alces fantasmas» parecen muertos vivientes cuando se tambalean por el bosque.

    Un alce hembra y su cría vadean un lago en Maine.
    Fotografía de Roy Toft, Nat Geo Image Collection

    Funcionalmente extinto

    Steve Beissinger, profesor de biología de conservación de la Universidad de California, Berkeley, explica que este término significa que no hay suficientes miembros de una especie para que realice su función en el ecosistema.

    Por ejemplo, antes los castaños americanos estaban muy extendidos por Norteamérica, pero un hongo mató a 3.500 millones a principios del siglo XX. Sobrevivieron unos pocos árboles, por lo que la especie quedó funcionalmente extinta.

    Extinto

    Esta categoría de la UICN significa que una especie está «extinta a nivel global» o «desaparecida en todas partes», afirma Beissinger. Se trata de una decisión tomada tras un tiempo y búsquedas exhaustivas en su hábitat.

    Es probable que la caza y la pérdida de hábitat acabaran con la cotorra de Carolina, que antes abundaba en Estados Unidos y que ahora está oficialmente extinta. Estas aves son especialmente vulnerables, ya que no huyen de los disparos, sino que permanecen con sus camaradas heridas, según el Laboratorio de Ornitología de Cornell.

    Especie extinta redescubierta

    Los anfibios se arriesgan a una extinción en masa con la expansión de este hongo
    Los resultados de una reciente investigación de anfibios a nivel global demuestran que el hongo quítrido ha amenazado al doble de especies de lo que se creía.

    A veces, los animales considerados extintos aparecen con vida, sobre todo gracias a búsquedas centradas en hábitats remotos.

    Normalmente, las denominadas «especies Lázaro» no se han observado en décadas en sus áreas de distribución habituales, pero pueden aparecer en un lugar inesperado o ser difíciles de detectar debido a que sus poblaciones son escasas.

    En 2010, Conservation International y el grupo de especialistas en anfibios de la UICN pusieron en marcha una iniciativa para buscar 10 especies de anfibios extintas de alto valor científico y estético. La búsqueda redescubrió algunas especies, entre ellas el sapillo pintojo de Israel.

    En ocasiones, las especies ya están en peligro de extinción en cuanto las descubren.

    La rana de cristal de Manduriacu, de los Andes ecuatorianos, fue descubierta en una zona minera, de forma que su supervivencia es ya de por sí dudosa.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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