Estos 2000 rinocerontes están a la venta; ¿los comprará alguien?

Un empresario sudafricano construyó el la mayor granja de rinocerontes del mundo. Así se desmoronó todo y lo que esto puede significar para el futuro de estos animales amenazados.

A estos rinocerontes blancos, vistos en 2016 en un punto de alimentación del rancho de rinocerontes de John Hume, se les han cortado los cuernos recientemente. A diferencia de los colmillos de elefante, el cuerno de rinoceronte puede volver a crecer si se corta correctamente. Hume presionó para que el comercio legal de cuernos le permitiera financiar mejor su trabajo con rinocerontes.

Fotografía de David Chancellor
Por Dina Fine Maron
Publicado 4 abr 2023, 13:18 CEST

John Hume tenía un plan audaz. Para combatir la caza furtiva de rinocerontes, el empresario sudafricano quería crear una enorme granja de cría de rinocerontes donde los animales estuvieran a salvo y su número pudiera florecer en su vasta sabana de propiedad privada. Y, lo mejor de todo, el dinero no sería un problema: financiaría la operación aserrando y vendiendo los cuernos de sus animales.

Con un comercio legal de cuernos de rinoceronte y un suministro constante de granjas como la suya, pensaba, los precios de los cuernos acabarían bajando y la caza furtiva resultaría menos atractiva. Hecho de queratina, el mismo material que las uñas, el cuerno de rinoceronte puede volver a crecer a un ritmo de unos diez centímetros al año. Así que la venta de cuerno, sobre todo a compradores asiáticos para medicina tradicional, tallas y joyería, podría ser sostenible si algún día se legalizara, según su plan.

Ahora, unos 15 años después de poner en marcha oficialmente su granja y aún sin comercio internacional legal, este hombre de 81 años afirma que ha llegado a un punto de ruptura financiera. Empezó con cerca de 200 rinocerontes blancos del sur y ahora tiene casi 2000.

Un miembro del equipo de seguridad (mostrando su tatuaje de "unidad contra la caza furtiva") sostiene el cuerno de un rinoceronte en la granja en 2016. El equipo de Hume ha extraído habitualmente los cuernos de sus rinocerontes y los ha almacenado con la esperanza de venderlos legalmente en el futuro.

Fotografía de by Brent Stirton, Getty, Nat Geo Image Collection

Este mes, los rinocerontes y la totalidad de su granja de 8500 hectáreas saldrán a subasta en Internet, con una puja inicial de 10 millones de dólares. También están a la venta sus cinco hipopótamos, 11 jirafas y cientos de búfalos, ovejas y cabras, aunque no la gigantesca colección de cuernos que ha acumulado. La venta comienza el 26 de abril y termina el 1 de mayo, Día Internacional para Salvar al Rinoceronte.

Hume anunció que quiere postores que tengan "pasión por la conservación de los rinocerontes y los medios para mantener en marcha el proyecto de cría", pero quién podría tener exactamente los fondos y la voluntad sigue siendo una incógnita. Y que esta venta pueda ayudar a la conservación depende totalmente del comprador.

"Este caso pone de relieve muchas cuestiones que se han dejado de lado o se han ignorado convenientemente en lo que respecta a la conservación del rinoceronte", afirma Taylor Tench, analista político especializado en rinocerontes de la Agencia de Investigación Medioambiental, un grupo de vigilancia con oficinas en Estados Unidos y el Reino Unido. Por ejemplo, aunque la operación de Hume ha contribuido a aumentar el número de rinocerontes en cautividad, Tench se pregunta cómo beneficia esta práctica a la especie en estado salvaje.

Tammy Hume, portavoz de la subasta y nuera de John Hume, declaró a National Geographic que las finanzas de la granja ponen de manifiesto que cualquier comprador (o compradores) necesitará un mayor flujo de ingresos en el futuro. La esperanza, dice, es que pueda provenir de los créditos de biodiversidad, un sistema similar a los créditos de carbono en el que se recompensa a individuos o países por su gestión medioambiental.

Sin embargo, como ocurre con la venta mundial de cuernos de rinoceronte, ese tipo de sistema de créditos no es una realidad. Hume, que se enriqueció con la promoción inmobiliaria y tenía experiencia previa en la cría de rinocerontes, financió la mayor parte de la granja de su propio bolsillo.

más popular

    ver más

    más popular

      ver más
      Izquierda: Arriba:

      Los trabajadores de la granja de Hume recortan un cuerno de rinoceronte, sustancia que vuelve a crecer a un ritmo de varios centímetros cada año.

      Derecha: Abajo:

      Pesaje de un cuerno de rinoceronte antes de guardarlo en una caja de seguridad en 2016.

      fotografías de David Chancellor

      John Scanlon, ex secretario general de CITES, el tratado mundial que regula el comercio de fauna salvaje y prohíbe la venta internacional de cuernos, se muestra prudentemente esperanzado con la venta. "Hay más rinocerontes blancos en el planeta gracias a la intervención [de Hume]", afirma. "Existe la oportunidad de reubicar a los animales allí donde haya compradores dispuestos".

      Cualquier comprador, sin embargo, también tendrá que asumir el coste de defender a los animales. Hume gasta más de 425 000 dólares al mes en las operaciones de la granja, y más de la mitad de esa suma se destina a seguridad, según los documentos publicados de la subasta. Desde el último incidente de caza furtiva en la granja en marzo de 2017, el Proyecto Platinum Rhino Conservation de Hume ha logrado mantener alejados a los cazadores furtivos, pero ha requerido un aparato de seguridad gigantesco de patrullas en helicóptero, un sistema de radar y docenas de guardabosques y perros armados.

      Actualmente sólo hay unos 22 000 rinocerontes en África. La mayoría son rinocerontes blancos del sur, casi amenazados, como los de la granja de Hume, aunque también hay rinocerontes blancos del norte, casi extinguidos, y unos 6000 rinocerontes negros, animales algo más pequeños cuyas tres subespecies están en peligro crítico.

      Los casi 2000 rinocerontes blancos de Hume constituyen una parte considerable de la población salvaje de Sudáfrica y del mundo. El Parque Nacional Kruger (Sudáfrica), que alberga la mayor concentración, ha sido durante mucho tiempo un foco de caza furtiva, y ahora cuenta con menos de 4000 rinocerontes, frente a los más de 10 000 que había en 2010.

      Los cazadores furtivos mataron a este rinoceronte negro por su cuerno con balas de alto calibre en una charca del parque Hluhluwe-Imfolozi, un parque estatal de Sudáfrica, en 2016.

      Fotografía de by Brent Stirton, Getty, Nat Geo Image Collection

      El panorama para los rinocerontes no es halagüeño. Los cazadores furtivos mataron unos 450 rinocerontes en Sudáfrica el año pasado y aproximadamente el mismo número el año anterior. En Kenia y Zimbabue, la caza furtiva de rinocerontes ha disminuido, pero en Sudáfrica, Botsuana y Namibia "ha aumentado o se ha mantenido en niveles constantes y preocupantes en los últimos años", afirma Tench.

      Además, el mercado de cuernos de rinoceronte ha sido complejo de interpretar durante la pandemia: es probable que los problemas de transporte hayan alimentado la acumulación de cuerno de rinoceronte y otros productos silvestres, afectando al menos temporalmente a los precios y la oferta de cuerno de rinoceronte. Algunos conservacionistas temen que la demanda (y la caza furtiva) aumente cuando el mundo vuelva a abrirse y se agoten las reservas.

      En teoría, los rinocerontes cautivos podrían dar un impulso a las poblaciones salvajes: en 2009, cinco rinocerontes negros orientales nacidos en zoológicos europeos fueron liberados con éxito en el Parque Nacional de Akagera, en Ruanda.

      El año pasado, Hume anunció su intención de liberar un centenar de rinocerontes blancos al año, pero nadie se ofreció a financiarlo.

      No es de extrañar, según Tench. La búsqueda de un hábitat con comida, agua, espacio y seguridad frente a los cazadores furtivos exige unos requisitos logísticos y de seguridad muy intensos, afirma. Tampoco se sabe si los rinocerontes de Hume, acostumbrados a la alimentación suplementaria, serían capaces de sobrevivir sin ayuda continua.

      Las complicaciones en lugares nuevos también son habituales.

      más popular

        ver más
        Izquierda: Arriba:

        Un equipo de seguridad formado por dos hombres se despliega en helicóptero al atardecer para inspeccionar la zona en busca de cazadores furtivos, sólo uno de los componentes de una operación de seguridad masiva en la granja de Hume.

        Derecha: Abajo:

        Después de la seguridad de la granja, uno de los principales costes de la granja de Hume es la atención veterinaria. En esta imagen de 2016, la veterinaria Michelle Otto trata un absceso en un rinoceronte macho que, según ella, probablemente se formó después de que un propietario anterior le recortara el cuerno de forma inadecuada.

        fotografías de by Brent Stirton, Getty, Nat Geo Image Collection

        En 2018, 11 rinocerontes negros trasladados de dos de los parques nacionales de Kenia a otro parque nacional por WWF-Kenia y el Servicio de Vida Silvestre de Kenia murieron, en gran parte debido a la deshidratación y las enfermedades. Cuatro de los seis rinocerontes negros salvajes que la organización sin ánimo de lucro African Parks intentó reubicar de Sudáfrica a Chad murieron también, probablemente de inanición.

        Sin embargo, la esperanza de John Hume sigue siendo la repoblación. "La cría en cautividad no es una situación para siempre. Es una intervención para evitar que una especie se extinga", afirma Tammy Hume.

        Históricamente, Sudáfrica ha exportado cientos de rinocerontes para su cría y exhibición en zoológicos. Entre 2010 y 2021, China importó más de 100 rinocerontes blancos vivos de Sudáfrica, según la revisión de National Geographic de los registros comerciales de la CITES.

        A los grupos conservacionistas les preocupa que una empresa china pueda empezar a criar rinocerontes y crear su propio mercado nacional de cuernos, eludiendo las restricciones de la CITES, pero no hay pruebas de que existan actualmente operaciones de este tipo, afirma Mark Jones, responsable de políticas de la Fundación Born Free, con sede en el Reino Unido, una organización sin ánimo de lucro que se opone a la extracción de animales de su hábitat natural.

        "Es poco probable que Sudáfrica permita a sabiendas la exportación de rinocerontes vivos a China o a cualquier otra parte de CITES si sospecha que los rinocerontes se utilizarán con fines medicinales. Sin embargo, improbable no es lo mismo que imposible", afirma Tench.

        A la pregunta de si los Hume venderían sus rinocerontes a China, Tammy dice que el objetivo actual de Platinum es vender toda la granja en bloque, y no quiso comentar si rechazarían a determinados compradores.

        Entidades estatales, parques provinciales de Sudáfrica, reservas privadas, instituciones zoológicas o países extranjeros podrían pujar por al menos algunos de los rinocerontes, aunque no hay escasez de rinocerontes para los zoológicos, señala Tench.

        African Parks, que gestiona 22 parques nacionales y zonas protegidas en África, ha declarado a National Geographic que no será uno de los licitadores. Ningún otro individuo o grupo ha dicho públicamente que vaya a pujar por los animales.

        El Gobierno sudafricano dice que aún no puede comentar si comprará alguno de los animales de Hume o prohibirá ciertos tipos de ventas a compradores extranjeros, algo que entra dentro de sus competencias en virtud de la CITES, ya que tendría que expedir permisos de exportación.

        Un portavoz del Departamento de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente del país, Albi Modise, dice que la agencia está "comprometida con una reunión" con Hume "para conocer este asunto y explorar posibles opciones."

        La National Geographic Society apoya Wildlife Watch, nuestro proyecto de reportaje de investigación centrado en los delitos y la explotación de la fauna salvaje. Lee más reportajes sobre Wildlife Watch aquí, y envía sugerencias, comentarios e ideas para reportajes a NGP.WildlifeWatch@natgeo.com. Más información sobre la misión sin ánimo de lucro de la National Geographic Society en natgeo.com/impact.

        Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

        más popular

          ver más
          loading

          Descubre Nat Geo

          • Animales
          • Medio ambiente
          • Historia
          • Ciencia
          • Viajes y aventuras
          • Fotografía
          • Espacio

          Sobre nosotros

          Suscripción

          • Revista NatGeo
          • Revista NatGeo Kids
          • Disney+

          Síguenos

          Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2024 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved