Estas criaturas de aguas profundas son nuevas para la ciencia, pero ya están en peligro
Alrededor del 90 por ciento de las especies que se encuentran en la zona Clarion Clipperton en el océano Pacífico nunca han sido identificadas, pero pueden estar en peligro debido a la extracción de minerales como el cobalto y el níquel.
Este erizo de mar, que se encuentra en la zona Clarion Clipperton de aguas profundas, es una de las muchas y diversas especies que viven a profundidades de hasta 5500 metros.
Abarcando 4,4 millones de kilómetros cuadrados de océano desde Hawai hasta México, un mundo submarino oculto rebosa vida. Más de 5500 especies de aguas profundas residen en la zona del Pacífico conocida como Zona Clarion Clipperton (ZCC), y aproximadamente el 90% de ellas aún no han sido descritas por la ciencia, según un nuevo estudio.
"Todo en [las profundidades marinas] es extremadamente frío y, obviamente, completamente oscuro", afirma Adrian Glover, coautor del estudio y científico del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), que dirigió la investigación. "La cantidad de alimento es muy baja. Sin embargo, de alguna manera (ya sabes, la cursi frase de Parque Jurásico) la vida encuentra una forma de sobrevivir ahí abajo".
Para crear un inventario exhaustivo de todas las especies que viven en esta región, los investigadores cribaron más de 100 000 registros biológicos de expediciones de investigación, con algunos informes que se remontan a la década de 1880.
Registraron una gran abundancia de artrópodos, como gambas y cangrejos, así como pepinos de mar, moluscos y, lo que quizá no sorprenda, el hiperduradero tardígrado, que puede sobrevivir en algunos de los entornos más extremos de la Tierra.
Más de 5500 especies de aguas profundas, como esta estrella quebradiza, residen en la zona del Pacífico conocida como Zona Clarion Clipperton.
Las esponjas ping pong son animales carnívoros conocidos por tener esferas en forma de pelota en el extremo de sus tallos.
Hasta la fecha, se han identificado 185 nuevas especies en el CCV. Sólo seis de estas nuevas especies, incluido este crinoideo, o lirio de mar, se han observado en otros lugares.
Pero hay truco: las especies de esta zona comparten su hogar con una de las mayores reservas conocidas de minerales preciosos del océano, como cobalto, níquel y manganeso. Concentrados en miles de millones de grumos oscuros dispersos por el fondo marino llamados "nódulos polimetálicos", este tipo de minerales son necesarios para crear tecnología renovable como paneles solares y baterías para vehículos eléctricos, que serán fundamentales en la lucha para frenar el cambio climático, según los expertos.
Por ello, la ZCC se ha convertido en la principal candidata para posibles explotaciones mineras en aguas profundas. Aunque todavía no es legal, la explotación minera comercial de los fondos marinos en aguas internacionales se acerca sigilosamente a la realidad, lo que podría tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad de las profundidades, según sugieren las investigaciones. Por eso es tan importante determinar qué especies habitan esta región, afirma Muriel Rabone, directora del estudio e investigadora de aguas profundas del Museo de Historia Natural de Londres.
"Si hay actividades mineras en la zona, tenemos que entender cuáles pueden ser esos impactos", dice Rabone, cuyo estudio se publica hoy en Current Biology. Sin una idea de cuántas especies hay en la ZCC, "vamos a ciegas", afirma.
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Este tunicado es una nueva especie. Los investigadores estudiaron registros que se remontan a la década de 1870.
Maravillas submarinas
En las últimas décadas, los científicos han utilizado vehículos submarinos teledirigidos para estudiar la ZCC, que alcanza profundidades de 5500 metros en algunas zonas. Sin embargo, los datos biológicos de estas expediciones suelen pasarse por alto, afirma Glover.
"Hay una enorme cantidad de muestras que simplemente se recogen de estos entornos y no se trabajan".
Para poner remedio a esta situación, los investigadores dedicaron muchos meses a examinar y recopilar datos de aguas profundas procedentes de siete fuentes distintas. Una de ellas es una base de datos llamada DeepData, en la que los contratistas (incluidas las empresas mineras) están obligados a presentar los resultados de las evaluaciones ambientales de la minería exploratoria a través de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, el organismo intergubernamental encargado de regular la minería de los fondos marinos.
De las 5578 especies registradas por los investigadores, sólo 436 han sido descritas oficialmente por la ciencia. Esta lista incluye pepinos de mar gelatinosos y coloridos gusanos poliquetos, así como algunas especies como los lirios de mar que viven en tallos adheridos a los nódulos polimetálicos, según Glover.
Psychropotes dyscrita, conocida por su nombre común, la ardilla gomosa abisal, es una nueva especie de pepino de mar identificada en la ZCC.
Existen más de 230 especies de langostas Munidopsis, y cada vez se descubren más gracias a la exploración de los fondos marinos.
Glover trabaja actualmente en otro proyecto de investigación financiado por The Metals Company, un productor de metales que tiene varios contratos mineros exploratorios en la ZCC con el objetivo de acabar explotando minas en la zona. Sin embargo, los autores no declararon ningún conflicto de intereses en este estudio.
"Si vamos a ser capaces de sintetizar y comprender lo que ocurre en la Zona Clarion Clipperton de forma que podamos gestionar eficazmente la región, tenemos que combinar los conocimientos de la industria, del mundo académico y de fundaciones privadas", afirma Lisa Levin, oceanógrafa de la Universidad de California en San Diego que no participó en el estudio. "Tenemos que reunir todos los recursos".
Aunque el estudio ofrece una imagen clara de todos los animales de aguas profundas conocidos en la ZCC, también muestra todo lo que no sabemos sobre la biodiversidad de esta región, lo cual es un hallazgo igualmente crucial, dice Levin.
Los anélidos, o gusanos segmentados, se encuentran entre los animales más comunes en la ZCC.
En la zona de aguas profundas, que puede alcanzar los 5500 metros de profundidad, se encontró una langosta escuala del género Munidopsis.
Una especie recién descubierta de pepino de mar del género Amperima vista desde abajo.
"Otro aspecto muy importante de este documento es que todo lo que contiene tiene que ser una subestimación, porque no se han tomado muestras de muchas partes de la zona Clarion Clipperton", afirma.
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Impacto de la minería
Para extraer los nódulos polimetálicos de la ZCC, las empresas planean utilizar grandes máquinas que excavan el lecho marino, lo que probablemente matará también a mucha de la fauna que vive allí, según demuestran investigaciones anteriores. Además, los penachos de sedimentos levantados por las operaciones mineras pueden asfixiar a algunas especies, mientras que la contaminación acústica provocada por la maquinaria podría extenderse cientos de kilómetros desde el emplazamiento minero original, según sugieren los modelos.
Ante tantos riesgos potenciales, más de 700 expertos marinos han firmado una carta en la que piden que se suspendan las explotaciones mineras de los fondos marinos hasta que se realicen más investigaciones.
"Necesitamos más ciencia para evaluar cuáles pueden ser los daños", afirma Julian Jackson, responsable de océanos de Pew Charitable Trusts, que financió el nuevo estudio.
Sin embargo, los especuladores y las empresas mineras sostienen que la minería de aguas profundas es necesaria más pronto que tarde para satisfacer la creciente demanda de tecnologías renovables. La próxima ronda de conversaciones para debatir la normativa de la minería de aguas profundas está prevista para este verano.
"Será cuestión de cuánto riesgo está dispuesta a asumir la sociedad", dice Glover. "Esperaremos a ver si siguen adelante [con la explotación minera de los fondos marinos] o no. Mientras tanto, intentaremos obtener toda la información que podamos".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.