Una camisa hawaiana ondea al viento

¿Puedo ponerme una camiseta hawaiana? Lo que hay que saber para viajar con conciencia cultural

Si quieres vestirte como la gente del lugar, te aconsejamos cómo evitar cruzar la línea que separa la apreciación de la apropiación cultural.

Una camisa hawaiana ondea al viento. Estas emblemáticas camisas abotonadas se llevan confeccionando en las islas desde la década de 1930.

Fotografía de Eric Helgas, The New York Times, Redux
Por Rachel Ng
Publicado 10 nov 2023, 13:38 CET

Muchos viajeros se ponen boinas para recorrer París o se compran camisas florales de Aloha el día que aterrizan en Hawái. Vestirse como un lugareño cuando se va a un lugar nuevo puede ser una forma de encajar y sumergirse en un nuevo destino. "Adoptar códigos de vestimenta y costumbres sociales es una forma de reconocimiento y gratitud", afirma Denise N. Green, profesora de diseño de ropa de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

Aun así, si compras y te pones una prenda que representa a un lugar o a un pueblo concreto, existe una delgada línea que separa el aprecio cultural de la apropiación cultural. Está bien ponerse un kilt en Escocia, un kimono en Japón o un sari en la India, sobre todo para una celebración. Pero otras prendas (un tocado indígena, una tela shuka a rayas rojas y negras de la tribu masai de África Oriental) pueden considerarse ofensivas o insensibles.

Sobre todo si la prenda tiene un simbolismo religioso. En caso de duda, pregunta antes de comprar o llevar esa túnica egipcia o ese collar indígena australiano.

"Llevar algo de otra cultura de forma que la degrade o ridiculice es claramente inapropiado, poco ético y perjudicial", dice Green. "En cambio, llevar una prenda culturalmente apropiada en la comunidad de origen, para un acontecimiento especial como una boda o cuando se espera un código de vestimenta concreto, puede ser un acto de agradecimiento".

He aquí cinco culturas que invitan a disfrazarse y unirse a la fiesta.

Mujeres en Yakarta, Indonesia, visten kebaya durante una celebración del Día de la Independencia. Las blusas tradicionales del sudeste asiático suelen combinarse con pareos.

Fotografía de Yasuyoshi Chiba, AFP via Getty

Camisas Aloha: Hawái

Si paseas por Waikīkī Beach, en Honolulu, encontrarás docenas de tiendas ABC iluminadas y repletas de tentempiés, recuerdos y camisas Aloha o simplemente camisas hawainas. Las emblemáticas camisas de manga corta, a menudo con llamativos estampados (cocoteros, piñas, tortugas marinas), ponen a cualquiera modo vacaciones en un momento.

Pero también son las preferidas de los lugareños, especialmente políticos y hombres de negocios. "En Hawái, las camisas Aloha las lleva casi todo el mundo y en todas partes", dice Chelle Pahinui, directora ejecutiva del Teatro Nā'ālehu de la Gran Isla de Hawái. "Si vas a una velada de celebración, casi todos los hombres llevan una Sig Zane [una popular marca local]".

Las camisas Aloha se originaron en las islas en la década de 1930, a menudo confeccionadas por inmigrantes japoneses con telas de kimono. Con el paso de los años, los tejidos evolucionaron junto con la comunidad multiétnica de Hawái: la seda de los inmigrantes chinos, los sacos de arroz de los japoneses y la palaka, una tela escocesa introducida por los marineros ingleses de los siglos XVIII y XIX. Los estampados empezaron a reflejar la cultura hawaiana: canoas, arco iris, surfistas.

Las buenas camisas hawaianas tienen botones de coco o concha y proceden de empresas isleñas como Kāhala, Kamehameha, Sig Zane y David Shepard. "Todo el mundo (desde presidentes a chicos de la playa) adora las camisas Aloha", dice Pahinui. "Y si te pones una fuera de Hawai, encontrarás un trocito del paraíso".

(Relacionado: Danza hula de Hawái: una historia de apropiación, corrupción y renacimiento)

Caftanes: Norte de África y Oriente Medio

Los caftanes, descritos en la Biblia como túnicas que caían por debajo de las rodillas, se llevan desde la antigua Mesopotamia (actuales Turquía, Siria e Irak). Los sultanes y altos funcionarios del Imperio Otomano, entre los siglos XIV y XVIII, solían llevar caftanes de manga larga y sin botones. En el siglo XVI emigraron al norte de África (Marruecos, Argelia).

Hoy, hombres y mujeres de Oriente Próximo, el Norte de África y Senegal visten caftanes formales (de seda o terciopelo) o de trabajo (de lana, para protegerse del polvo del desierto). En 2023, Argelia y Marruecos propusieron su inclusión en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

Los diseñadores occidentales, como Diane von Furstenberg y Tory Burch, se inspiran desde hace tiempo en el caftán. Pero los nuevos diseñadores marroquíes (Lamia Lakhsassi, Salma Lazrak y Houda Serbouti) también le dan un nuevo giro. Uno de los mejores lugares para comprarlos (y llevarlos) es Marrakech. La Maison Du Caftan o Karim Bouriad ofrecen una amplia selección.

Kebayas: Sudeste asiático

Los trotamundos quizá reconozcan la kebaya, una blusa tipo chaqueta con un panel insertado, como parte del uniforme que llevan las azafatas de Singapore Airlines o Malaysian Airlines. Se cree que es un descendiente acortado del caftán de Oriente Medio, llegó al Sudeste Asiático a través de las rutas comerciales marítimas y fue muy popular entre las mujeres por su modestia. "La kebaya tiene mucho significado en nuestra comunidad multicultural de Singapur y el Sudeste Asiático", dice Ratianah Tahir, propietaria de Kebaya by Ratianah en Singapur. "Se suele llevar en eventos formales y bodas".

En todo el sudeste asiático hay kebayas de diferentes formas, siluetas y tejidos. En 2023, Malasia, Brunei, Indonesia, Singapur y Tailandia propusieron conjuntamente la inclusión de esta blusa tradicional en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

En Singapur, las kebayas vienen en colores pastel arco iris, bordadas con motivos de flora y fauna. Se pueden comprar en las boutiques de los barrios de Katong, Joo Chiat y Kampong Gelam. Aunque tradicionalmente se combinan con pareos a juego, las blusas pueden llevarse sobre un vestido, una falda o incluso con vaqueros. "Es la forma que tiene la generación actual de apreciar y llevar la kebaya, que es relevante y refleja su estilo de vida actual", dice Wong: "Es una cultura viva".

(Relacionado: El lugar donde van a morir las prendas de ropa 'lowcost')

Guayaberas: Latinoamérica

Si vas a una fiesta, una boda u otro tipo de celebración en México, Cuba, Guatemala o el sur de Florida, lo más probable es que veas a alguien con una camisa guayabera de lino o algodón. Las camisas abotonadas tienen cuello de pico, cuatro bolsillos de parche (dos en el pecho y dos en la cintura) y pliegues o alforzas bordados.

Es probable que la primera vez que se vieran estas camisas fuera en el siglo XVIII, pero sus orígenes exactos son confusos. ¿La primera guayabera se hizo para un campesino (esos bolsillos parecen ideales para guardar semillas o herramientas) o evolucionó a partir de un uniforme militar español? Aunque la revolución cubana de 1959 frenó temporalmente la pasión de los cubanos por las guayaberas, éstas emigraron a Florida de la mano de artesanos como Ramón Puig, cuya tienda y fábrica homónimas llevan funcionando (primero en Cuba y luego en West Miami) desde 1943.

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    Emiliano Nelson Guerra, camisero de La Habana, sostiene una guayabera adornada con un diseño de la bandera cubana. Las camisas tradicionales suelen ser de lino o algodón con pequeños pliegues.

    Fotografía de Franklin Reyes, AP

    Para saber más, visita la exposición en línea La Guayabera: Historia de una camisa, que detalla la anatomía de la camisa (ligera, dobladillo recto, botones decorativos) y cómo obtuvo su nombre; algunas historias dicen que los bolsillos estaban pensados para llevar guayabas, un fruto originario de América Central. "La guayabera tuvo unos orígenes humildes, pero evolucionó hasta convertirse en un fenómeno de la moda", explica Michael Knoll, conservador del museo.

    La pequeña localidad de Tekit, en el estado mexicano de Yucatán, es conocida como la Capital de la Guayabera. Muchos de sus habitantes confeccionan las camisas en talleres familiares y, cada verano, la Feria de la Guayabera atrae a miles de visitantes amantes de la moda.

    (Relacionado: Vestidos con arsénico, sombreros con mercurio: la moda mortal del siglo XIX)

    Vestidos de "San Antonino": México y Texas

    Bordados con flores y hojas festoneadas, los coloridos "vestidos de San Antonino" llenan la Plaza del Mercado Histórico en el centro de San Antonio (Texas). Estos vestidos, omnipresentes en las fiestas tejanas (especialmente en la Fiesta, que se celebra anualmente en San Antonio en primavera), deben su nombre a San Antonino Castillo Velasco (México), el pintoresco pueblo oaxaqueño donde se confeccionan.

    "Los vestidos y las blusas se confeccionan con todo lujo de detalles", explica Tressa Castro, propietaria de Nativa, una boutique de San Antonio (Texas) que los vende. "Su apodo es 'hazme si puedes', debido a su complejidad".

    Si viajas a San Antonio o a Oaxaca, verás los vestidos y blusas en turistas, lugareños e incluso bailarines del Día de los Muertos. "No hay que tener reparos en llevar un vestido de San Antonio", dice Castro. "Ayuda a preservar el trabajo de los artesanos".

    Rachel Ng es una galardonada escritora afincada en Hawái. Síguela en Instagram.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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