
Los arco iris iluminan la tundra de Alaska, que se estima que contiene enormes cantidades de petróleo. También es hogar de los renos, importante sustento en regiones de Alaska como North Slope.
Fotografía de Joël Sartore Una tormenta deja este colorido arco iris en el cielo de Pensilvania. Los campos de soja, como el de la fotografía, son comunes en este estado de Estados Unidos.
Fotografía de Raymond Gehmang Arco iris sobre una formación de lava en el volcán Ol Doinyo Lengai, en Tanzania. Se dice que la diosa masai Eng'al, cuya ira provoca erupciones y sequías, vive en su cumbre.
Fotografía de Carsten Peter Un arco iris doble cubre unos termiteros en Australia. Se producen arco iris dobles cuando la luz se refleja más de una vez en las gotas de agua de la atmósfera.
Fotografía de Randy Olson Un objetivo de ojo de pez captura este arco iris sobre unos árboles en Canadá. La luz atraviesa las gotas de agua y separa la luz blanca en colores (rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta).
Fotografía de Paul Nicklen Como si fuera una puerta hacia la naturaleza, este arco iris cubre el cielo sobre la autopista Alaska, en Columbia Británica (Canadá). Cuando un arco iris nos muestra sus colores, gran parte de la radiación del universo, desde las mayores longitudes de onda hasta las más pequeñas, vistas con detectores especiales de rayos X y rayos gama, permanecen fuera del arco iris de luz visible.
Fotografía de Raymond Gehman Un arco iris decora el cielo sobre la región de Mombo, en el Delta del Okavango (Botswana). Ahí se encuentra la Reserva Natural de Moremi, hogar de esquivos leopardos y acechantes hienas. Estos árboles suponen un respiro frente al sofocante calor.
Fotografía de Beverly Joubert Un arco iris ilumina un solitario coche en una lejana carretera de América del Norte. Al ser una ilusión óptica, los arco iris no terminan en ningún punto, sino que su posición varía dependiendo de la perspectiva del observador.
Fotografía de Paul Nicklen Un arco iris se refleja en las heladas aguas del Ártico en la Cuenca Foxe (Canadá). Los datos recogidos por submarinos revelan que el hielo del Ártico ha disminuido un 40 por ciento en los últimos 30 años. Al estar el agua cada vez más expuesta, la capa superior del océano absorbe más luz solar, lo que acelera el proceso de deshielo.
Fotografía de Paul Nicklen Arco iris sobre la carretera de Denali (Alaska), que mide 1.100 kilómetros de largo. Los arco iris se producen cuando la luz del sol atraviesa pequeñas gotas de agua en la atmósfera.
Fotografía de Rich Reid