La impresionante belleza de las tormentas en 19 fotografías

Las aves de las Grandes Llanuras caminan al borde del agua a medida que una tormenta empieza a formarse al fondo. Migran de Siberia al norte de México, pero su principal ruta migratoria de norte a sur pasa sobre el acuífero de las llanuras, rodeado por las montañas Rocosas. Llegan 500.000 aves a esta zona, y su migración es como un reloj de arena. La ruta migratoria se abre y finalmente alcanza el punto más estrecho del reloj de arena en Kearney, en el río Platte, para abrirse de nuevo cuando las aves se marchan.
Fotografía de Randy Olson, National Geographic Creative
Un tornado «landspout» atraviesa los campos agrícolas. Aunque pueden causar daños, este tipo de tornados normalmente son débiles. Se trata de una especie de embudos estrechos de condensación, parecidos a cuerdas, que se forman bajo un cúmulo en crecimiento.
Fotografía de Jim Reed, National Geographic Creative
Un único rayo alcanza el suelo bajo una tormenta conocida como supercelda al atardecer. Las tormentas supercelda son uno de los dos tipos de tormentas eléctricas que producen tornados. Son las más comunes y peligrosas.
Fotografía de Jim Reed, National Geographic Creative
Un cielo enfurecido emite sonidos rabiosos a medida que una tormenta se forma en la noche cerrada. Estados Unidos es uno de los principales puntos calientes de tormentas eléctricas y de sus tornados resultantes, con casi 1.000 de estos fenómenos al año.
Fotografía de Bruce Dale, National Geographic Creative
Nebraska, Kansas, Oklahoma, el norte de Texas, el este de Colorado y el este de Dakota del Sur componen el «Tornado Alley», donde se registran algunas de las tormentas más poderosas y destructivas del planeta.
Fotografía de Carsten Peter, National Geographic Creative
Los tornados landspout simultáneos se arremolinan el uno junto al otro en una tierra de cultivos. Los tornados landspout son un tipo de tormenta eléctrica que no es supercelda, y normalmente son débiles y tienen menos probabilidades de provocar daños.
Fotografía de Jim Reed, National Geographic Creative
Un rayo aparece a lo largo del cielo gris y sombrío a medida que se acercan las nubes cargadas de lluvia. Para que se formen las tormentas eléctricas, es necesario que en la parte cercana a la tierra haya aire húmedo y caliente, mientras que por encima habría aire más frío.
Fotografía de Michael Nichols, National Geographic Creative
Los científicos prevén que el cambio climático intensificará la gravedad de las tormentas.
Fotografía de Daniel Almer, 500px, National Geographic Creative
Una fuerte tormenta eléctrica asola las colinas Flint en Strong City, Kansas. Kansas es uno de los estados que componen el «Tornado Alley» estadounidense.
Fotografía de Jim Richardson, National Geographic Creative
Una tenue estela de rayos se recorta contra las nubes sobre la cima de una colina en el Desierto Rojo de Wyoming.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Creative
Los rayos se abren camino sobre el cielo nocturno.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Creative
Una serie de rayos de tormenta brillan sobre el cielo púrpura en las Sand Hills de Ogallala, en Nebraska.
Fotografía de Jim Richardson, National Geographic Creative
Un tornado de categoría F4 se desplaza hacia la furgoneta de un cazador de tormentas. La escala de Fujita se usaba para medir la velocidad del viento basándose en los daños que provoca un tornado. Los tornados F4, capaces de provocar daños devastadores, pueden registrar velocidades de entre 320 kilómetros por hora y 420 kilómetros por hora.
Fotografía de NATIONAL GEOGRAPHIC CREATIVE
Una tormenta de supercelda recubre el paisaje en Dakota del Sur, produciendo rayos que van desde las nubes hasta el suelo a medida que se extiende por el cielo crepuscular. Las tormentas de supercelda son peligrosas y se caracterizan por presentar vientos fuertes, granizo y tornados.
Fotografía de Jim Reed, National Geographic Creative
Silencioso pero constante, un único rayo atraviesa el cielo dorado.
Fotografía de Carsten Peter, National Geographic Creative
Nubes bajas cargadas de lluvia se forman sobre un río en Australia Occidental.
Fotografía de Randy Olson, National Geographic Creative
Una extraña nube en forma de nave nodriza se desplaza sobre la región de Texas Panhandle.
Fotografía de Carsten Peter, National Geographic Creative
Una densa nube expulsa un rayo a medida que la lluvia comienza a caer en el fondo.
Fotografía de Randy Olson, National Geographic Creative
Un par de agricultores hacen una pausa mientras supervisan la amenaza inminente que suponen las nubes de tormenta crecientes en las Sand Hills de Ogallala, Nebraska, en 2003.
Fotografía de Jim Richardson, National Geographic Creative
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