El calentamiento global en acción

Un iceberg se derrite en las aguas de la Antártida. El cambio climático ha acelerado el ritmo de pérdida de hielo en todo el continente.
Fotografía de Paul Nicklen, Nat Geo Image Collection
Conforme aumenta el nivel del mar, el agua marina salada invade los Everglades de Florida. Plantas y animales autóctonos experimentan dificultades para adaptarse a las condiciones cambiantes.
Fotografía de Keith Ladzinski, Nat Geo Image Collection
El Oeste de los Estados Unidos ha sufrido sequías durante años. El tiempo seco y cálido ha aumentado la intensidad y la capacidad de destrucción de los incendios forestales.
Fotografía de Paul Nicklen, Nat Geo Image Collection
Racimos de frutos de la palma aceitera se cosechan a mano y se transportan en camión hasta un molino en Malasia. Los antiguos bosques se están talando para dejar espacio a las plantaciones de aceite de palma. Con la pérdida de estos bosques, el carbono que contienen en sus tejidos se libera a la atmósfera y contribuye al calentamiento global.
Fotografía de Pascal Maitre, Nat Geo Image Collection
En las altas mesetas de Bolivia, un hombre analiza los restos del que había sido el segundo mayor lago del país, el lago Poopó. La sequía y los problemas de gestión han secado el lago.
Fotografía de Mauricio Lima, Nat Geo Image Collection
Los débiles músculos del oso polar, fotografiado en el norte ártico de Canadá, se atrofiaron por el hambre prolongada.
Fotografía de Cristina Mittermeier, Nat Geo Image Collection
El lago Urmia, en Irán, es un hábitat fundamental para las aves y solía ser un destino turístico popular. Se está secando por el cambio climático y los problemas de gestión.
Fotografía de Newsha Tavakolian, Nat Geo Image Collection
La central eléctrica de Scherer en Juliet, Georgia, es la mayor central eléctrica de carbón en Estados Unidos. Quema 34.000 toneladas de carbón a diario y emite más de 25 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
Fotografía de Robb Kendrick, Nat Geo Image Collection
El hielo se derrite en un lago de montaña. Los lagos de todo el mundo se congelan menos con el tiempo y, en unas pocas décadas, miles de lagos del mundo perderán por completo su cubierta de hielo invernal.
Fotografía de Orsolya Haarberg, Nat Geo Image Collection
La Amazonia pierde el equivalente a casi un millón de campos de fútbol de cubierta forestal al año, gran parte de esta talada para dejar espacio a la agricultura. Con la pérdida forestal, el carbono que secuestra acaba en la atmósfera y acelera el cambio climático.
Fotografía de Frans Lanting, Nat Geo Image Collection
En el parque nacional de los Glaciares, los bosques sufren los efectos del deshielo prematuro y los veranos largos y secos. El estrés para la flora del parque se ve exacerbado por el cambio climático.
Fotografía de Keith Ladzinski, Nat Geo Image Collection