El agua turbia podría ser buena para los arrecifes de coral

Un nuevo estudio confirma que tres arrecifes de coral en la costa de Borneo mostraron más resistencia ante el fenómeno del blanqueo.

Por Redacción National Geographic
Publicado 22 mar 2018, 16:13 CET
El agua turbia podría ser buena para los arrecifes de coral

Quizá estos arrecifes de coral en aguas turbias no sean tan populares como los de aguas cristalinas, pero podrían ser más resistentes al blanqueo que ha devastado otras colonias del mundo.

La exploradora de National Geographic Christina Braoun estudió tres arrecifes en la costa de Borneo. El agua está llena de sedimentos de dos ríos cercanos. Durante un fenómeno particularmente cálido de El Niño, el coral de los tres arrecifes fue más resistente al blanqueo que los arrecifes de otras partes del planeta. El sedimento del agua podría ayudar a proteger el coral de la dañina irradiación solar. Esto da esperanzas de que los arrecifes turbios sean más tolerantes al cambio climático.

Un futuro sombrío

Los arrecifes de coral, las selvas del mar, desempeñan un papel fundamental en la buena salud del océano. Sin embargo, como señala un nuevo estudio, la influencia humana en el clima terrestre los está llevando al límite.

Un análisis de 100 arrecifes de coral de todo el mundo, publicado en Science, da una nueva perspectiva de su estado de salud, recopilando un registro de entre 1980 y 2016 de documentos gubernamentales, estudios científicos e informes de prensa.

Este enfoque corrige los sesgos descubiertos en otras bases de datos más irregulares y describe un panorama sombrío. De media, el estudio considera que la cantidad de tiempo para recuperarse entre los fenómenos de blanqueo graves que hieren a los arrecifes es cinco veces menor.

En la década de 1980, los arrecifes de coral podían contar con entre 25 y 30 años para recuperarse entre estos episodios de estrés. Pero ahora, las aguas anormalmente cálidas se producen,  de media, una vez cada seis años. Los científicos advierten de que esto es sencillamente insuficiente para que los corales se recuperen. Incluso los corales que crecen a más velocidad necesitan como mínimo entre 10 y 15 años para recuperarse por completo de blanqueos graves. Los arrecifes enteros necesitan décadas para curarse.

Blanqueos masivos

Para el 2100, la mayoría de sistemas de arrecifes habrá muerto, a no ser que se reduzcan las emisiones de carbono. Para esa fecha habrán desaparecido ya otros muchos. «Se proyecta que el calentamiento supere la capacidad de supervivencia de los arrecifes en una o tres décadas para la mayoría de los lugares Patrimonio Mundial que contienen arrecifes de coral», según afirma el informe.

Los arrecifes, que en ocasiones se denominan las selvas tropicales de los océanos, ocupan menos de un uno por ciento del lecho oceánico, pero sirven de hábitat para un millón de especies, entre las que se encuentra un cuarto de los peces del planeta. También protegen las costas contra la erosión provocada por las tormentas tropicales y actúan como una barrera ante el aumento del nivel del mar.

«Es terrorífico pensar en las repercusiones de la pérdida a gran escala y a nivel global de los arrecifes», dice Ruth Gates, directora del Instituto hawaiano de biología marina en Kaneohe, Hawái. «La reducción de los suministros de alimentos, la falta de protección en las costas a medida que los arrecifes desaparecen y la erosión del suelo subsiguiente harán que algunos lugares sean inhabitables y que las personas se vean obligadas a desplazarse. Por no mencionar la desaparición del turismo relacionado con los arrecifes».

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