Gatos, ratas, murciélagos y mucho más: esta es la historia de los animales de Halloween

Así es como los animales más espeluznantes obtuvieron su oscura reputación.

Por Catherine Zuckerman
Publicado 9 nov 2017, 4:31 CET, Actualizado 26 oct 2021, 11:08 CEST
Murciélago pescador
¿Sabías que algunos murciélagos saben pescar? Aquí un murciélago pescador (Noctilio leporinus) usa sus garras para atrapar a un pececillo en el agua. Estos murciélagos usan sónar para detectar las minúsculas ondas sobre la superficie del agua. Algunos murciélagos pueden atrapar hasta 30 peces en una sola noche.
Fotografía de Christian Ziegler, National Geographic Creative

Ninguna casa encantada que se precie está preparada para Halloween sin un gato negro acechando en la ventana o telarañas colgadas por las esquinas más oscuras; incluso quizá un murciélago amenazador colgando del techo pueda recibir a todo aquel que se atreva a traspasar la puerta delantera.

Algunos animales son sencillamente sinónimos de Halloween, como esta misteriosa araña con los colmillos ensangrentados o este hongo parásito que convierte a los animales en zombies a su merced. Pero, ¿por qué? Para empezar, la experta en clásicos de la Universidad de Stanford Adrienne Mayor dice que son «nocturnos y depredadores».

«Se dedican a actividades misteriosas en la oscuridad y por eso han quedado encasillados en la superstición desde la antigüedad. La combinación de tonos grises, marrones o negros con hábitos nocturnos enigmáticos evocaban una sensación de asombro y miedo en la época en que las únicas luces durante la noche procedían de lámparas de aceite y velas de cera».

En honor a la festividad más terrorífica, le hemos pedido a Mayor que nos cuente más acerca de la naturaleza sombría de las criaturas más espeluznantes de Halloween.

Los murciélagos

Como únicos mamíferos que pueden volar, los murciélagos se consideraban seres enigmáticos —posiblemente por motivos infames— en tiempos antiguos. «Se parecen a las despreciadas ratas, pero tienen peculiares alas con garras que rodean sus cuerpos como una capa oscura mientras cuelgan boca abajo de los árboles», afirma Mayor.

Aunque algunos murciélagos son diurnos, la mayoría tiene hábitos nocturnos. En el mundo viven casi 1.400 especies de murciélago. Y ya coman fruta, néctar, insectos o ranas, casi todas cazan por la noche. 

Las arañas

«Las arañas suelen ser negras o grises y se esconden durante el día. Suelen tejer sus telarañas en rincones oscuros y en lugares abandonados, posibles escondrijos de fantasmas. Las arañas también son temidas por sus picaduras venenosas», explica Mayor.

Recientemente, un estudio de 2021 ha descubierto que las arañas se alimentan de serpientes en todo el mundo, lo que ha vuelto a los arácnidos aún más espeluznantes. 

Araña lobo (Hogna carolinesis) en la estación biológica de Archbold en Venus, Florida.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Los búhos

«En la antigua Roma y en la Europa medieval, se decía que las brujas se transformaban en búhos para volar durante la noche. El ulular de un búho era un mal augurio: las muertes de Julio César y del emperador Augusto fueron predichas por búhos ululantes. Para apartar el mal, los romanos clavaban un búho muerto en la puerta, una creencia que persistió hasta el siglo XIX en Inglaterra», señala Mayor.

Sin forzar sus tendones ni dañar sus músculos, los búhos pueden girar su cabeza 270 grados, al más puro estilo de la niña del exorcista. Podría parecer una cuestión de magia, pero los científicos de la escuela de medicina de la Johns Hopkins University encontraron la explicación.

Un autillo cariblanco sureño (Ptilopsis granti) en el zoo de Houston.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Los gatos negros

«En la Europa medieval, se creía que los gatos, especialmente aquellos tan negros como la noche, eran los compañeros de las brujas. Algunas personas hasta creían que las brujas renacían en forma de gatos negros», afirma Mayor.

Venerados en algunas culturas y temidos en otras, los gatos negros han gozado de mala reputación durante cientos de años.  A menudo se creía que, si un gato negro se cruza en tu camino, algo malo te sucedería.

Portadores de este estigma, la única mala suerte de los gatos negros es, precisamente, esta falsa creencia que les lleva a ser menos adoptados que sus parientes de otros colores, según un estudio de la Universidad de Colorado. 

Un gato negro (Felix domesticus) en Burwell, Nebraska.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Los sapos

«Los sapos no solo eran considerados criaturas poco atractivas debido a su piel verrugosa, sino que además, como en el caso de las arañas, se sabía que sus cuerpos contenían toxinas», explica Mayor. «Los antiguos griegos y romanos creían que las ranas tenían dos hígados, uno lleno de veneno mortal y otro que contenía un antídoto». Por eso los sapos se usaron en conjuros y en brujería desde la antigüedad hasta la Edad Media —e incluso más tiempo— en Europa.

«Los sapos eran ingredientes comunes en recetas para toda una serie de conspiraciones para envenenar a alguien que implicaban magia negra y ritos satánicos descubiertos en la Francia del siglo XVII. La vinculación al veneno y a la brujería dio a los sapos una reputación infame que todavía conservan en la actualidad», afirma Mayor.

Incilius coniferus o Bufo coniferus fotografiados en el zoo de Atlanta.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Los cuervos

«Con sus brillantes plumas negras, sus ojos vidriosos y el hábito de alimentarse de carroña» no es de extrañar que los cuervos hayan estado asociados durante tanto tiempo a la brujería y la oscuridad, según explica Mayor.

Hasta el siglo XXI, se creía que las aves eran una especie más. Pero cuanto más se estudia su inteligencia, más se ganan el título de ser las aves más inteligentes del planeta. Algunos estudios han demostrado que los cuervos elaboran herramientas o resuelven acertijos.

Cuervo americano (Corvus brachyrhynchos) en el centro de investigación aviar de Sutton en Bartlesville, Oklahoma.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

Las ratas

«En la antigüedad, las ratas eran conocidas por infestar lugares abandonados, sucios o en ruinas que, según se creía, estaban embrujados por fantasmas. Las ratas, nocturnas y sigilosas, también eran temidas en la antigüedad por su vinculación a epidemias y plagas», afirma Mayor.

Durante mucho tiempo, se ha culpado a las ratas de haber propagado los parásitos que transmitieron enfermedades como la peste durante la Edad Media. Sin embargo, un estudio de 2018 podría haber quitado esta etiqueta a los roedores más temidos al afirmar que podrían no ser los causantes de la peste negra y otras enfermedades.  

Ratas domésticas (Rattus rattus) en el centro de investigación aviar de Sutton, en Bartlesville, Oklahoma.
Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

La Strix (cárabo)

«Los expertos en folclore moderno afirman que búhos, cuervos y murciélagos probablemente inspiraron la Strix o estirge, una criatura terrorífica temida por los antiguos romanos y los italianos medievales. Ovidio y otros escritores de la antigüedad describieron a la estirge como una voraz ave nocturna con una cabeza enorme y ojos que te miraban fijamente, un pico implacable y espolones brutales. Era un mal presagio escuchar el horripilante chillido de la estirge de madrugada. Se decía que la estirge atacaba a personas que se atrevían a salir en medio de la noche, especialmente los niños», afirma Mayor.

En la actualidad, Strix es la denominación de un género de aves rapaces conocidas como cárabos.

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